Aires de fin de ciclo en el Hércules. El entrenador blanquiazul, Josip Visnjic, expresó ayer su intención de continuar la próxima temporada al frente del equipo, pero matizó que entiende la decisión que pueda tomar el club «porque no se han cumplido los objetivos». El preparador serbio ya tiene asumido que no seguirá en el banquillo del Rico Pérez a partir de junio y aprovechó ayer para volver a pedir calma institucional en el club: «Es necesario que haya tranquilidad para poder trabajar porque hay demasiadas urgencias y no existe margen de error para nada».

El conjunto blanquiazul despedirá la temporada mañana (18.00) en el Rico Pérez frente al Llagostera en la que es su peor temporada de este ciclo de cuatro años consecutivos en Segunda División B: noveno clasificado, muy lejos de la lucha por la promoción de ascenso a Segunda A y virtualmente fuera de la Copa del Rey para el próximo curso.

«No siento ni frío, ni calor, porque el club no me ha dicho nada sobre mi futuro», respondió el técnico serbio a la pregunta sobre si intuye que el de este domingo es su último partido en su segunda etapa como entrenador del Hércules. «Este es mi club y mi ciudad; yo quiero seguir, pero yo no soy quien decide, ni opina», añadió el técnico, de 51 años, que ya entrenó a los blanquiazules durante otro corto período en Segunda B en 2003.

El preparador balcánico reconoció que le molestaría que el Hércules pudiera estar hablando con otros entrenadores sin comunicárselo previamente a él -en contra de lo que le prometieron en los despachos-, aunque entiende que «el club quiera cubrirse la espalda» de cara a la planificación de la próxima temporada.

A pesar de que varios jugadores de la plantilla han apostado públicamente por su continuidad en los últimos días, el entrenador serbio asegura que entiende la decisión que pueda tomar la entidad, ya sea su relevo o su continuidad, «porque no se han cumplido los objetivos» de un club llamado a ascender cuanto antes al fútbol profesional.

No obstante, todo apunta a que el Hércules contratará un nuevo entrenador para la próxima temporada, aunque los contactos y el nombre del elegido no se harán públicos hasta que finalice la actual temporada y se retomen las negociaciones con Hacienda para negociar el pago de la deuda de cuatro millones y aplazar la devolución de siete millones a la UE.

Para la planificación del próximo curso también será necesario que exista buena armonía en la planta noble del club, toda vez que en la temporada que mañana termina han sido frecuentes y constantes las diferencias de criterio entre el director deportivo, Javier Portillo, y el expresidente y ahora accionista de referencia, Juan Carlos Ramírez.

En todo caso, Visnjic hizo ayer una llamada a la «calma y la tranquilidad» en el seno del Hércules, un club del que dijo que arrastra «demasiadas urgencias y en el que no hay margen de error para nada y todo se quiere hacer de hoy para mañana».

Sea como fuere, el preparador serbio también hizo autocrítica y achacó los malos resultados de su equipo a «la falta de regularidad» para encadenar varias victorias consecutivas en los momentos clave del tramo final del curso y a los excesivos fallos como local en el Rico Pérez, donde se han dejado escapar muchos puntos frente a rivales de la zona media y baja de la tabla.

En la hora del adiós, el todavía entrenador del Hércules ensalzó «el comportamiento y el rendimiento» del capitán Paco Peña, que también puede vivir mañana su último partido con la camiseta blanquiazul. «Tengo entendido que quiere seguir jugando aquí o fuera y tiene mucho mérito jugar nueve años en el club», concluyó Visnjic, que apremió al Hércules a organizar un homenaje al extremeño.