Aunque el director deportivo del Hércules Javier Portillo no lo reconoce públicamente, una de sus debilidades de la actual plantilla es el extremo Mohamed Ezzarfani, «Moha», cedido este curso por el Barcelona. De sólo 20 años, es uno de los jugadores con más proyección del equipo y muy probablemente tendría hueco en el proyecto del año que viene siempre y cuando el club azulgrana diera el visto bueno a una nueva cesión, algo que se ha complicado en las últimas semanas ya que el filial ha caído a puestos de descenso a Segunda B. De hecho, ayer destituyó a su entrenador Gerard López tras cinco derrotas consecutivas (nueve sin ganar) y ascendió a García Pimienta, del Juvenil, para acabar la temporada.

Moha, primer jugador marroquí de la historia del Hércules, ha marcado cuatro goles esta campaña y en el tramo final es titular para Josip Visnjic, por delante del fichaje de enero José Fran. Portillo considera que este curso no se ha visto la mejor versión del extremo ya que debió parar durante tres meses al ser intervenido de una rotura de menisco, sufrida en un choque involuntario durante un entrenamiento. Moha regresó a la competición en el primer partido de 2018, en Olot, con gol incluido.

El fichaje del atacante por el Barcelona y su posterior cesión al Hércules tuvieron lugar de manera un tanto extraña. La temporada anterior dejó detalles interesantes con el Badalona y el Espanyol se volcó en su fichaje. Cuando la contratación se daba por cerrada, el Barça se metió por medio y acabó llevándose el gato al agua con una rápida maniobra que levantó cierto revuelo en los mentideros futbolísticos de la Ciudad Condal.

Pero los técnicos azulgrana no cayeron en la cuenta de que el equipo de Gerard ya tenía todas las fichas destinadas a extranjeros ocupadas por lo que buscó una cesión a Segunda B. Portillo se puso rápidamente a la cola y el Barcelona autorizó la operación a mediados de agosto.

Moha destaca por su potencia y desequilibrio, y sobre todo por su gran margen de mejora debido a su juventud. Ocupa ficha sub'23 y para un equipo de Segunda B es vital encontrar jugadores competitivos que no pasen de los 23 años, ya que en cada plantilla sólo 16 futbolistas pueden superar esta edad. Además, es muy complicado que los filiales cedan a jugadores de este perfil ya que casi todos los equipos, salvo el Barcelona B, militan también en la categoría de bronce. Sin ir más lejos, el Hércules se ha visto las caras esta campaña con los filiales del Villarreal, Valencia, Girona y Zaragoza.

Moha firmó un contrato con el Barcelona por dos temporadas, por lo que si finalmente el conjunto azulgrana sigue en Segunda y no cuenta con el marroquí, debería ampliarle el contrato para después cederlo.

Portillo todavía no ha tomado ninguna decisión en firme respecto al proyecto del año que viene aunque sí ha deslizado que no llevará a cabo una revolución. De los 22 futbolistas de la actual plantilla, 13 tienen vínculo con el club más allá de junio: el meta Falcón, el lateral Juanjo Nieto, los centrales Samuel Llorca y Mikel Santamaría, el pivote Paco Candela, los extremos Chechu y José Fran, y los atacantes Juli, Óscar Díaz, Carlos Fernández y David Torres, además de los canteranos Álvaro Salinas y Alejandro Tarí.