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Rivas y el palo desquician al Hércules

La inspiración del meta del Lleida evita una victoria de oro para los blanquiazules en la última jugada - Al equipo de Visnjic le faltó fluidez y desequilibrio pero asedió a un buen rival a partir del 80´

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Un Hércules sin gol, sin suerte ante el Lleida Esportiu

El Hércules acumula ya demasiados finales crueles en esta temporada aciaga en la que cada vez que asoma la cabeza se lleva un bofetón que le deja aturdido. Este es el sino de un curso marcado por la falta de gol, los errores puntuales, los vaivenes en el banquillo y la falta de fortuna. Ayer los blanquiazules pudieron asestar un golpe a la zona alta en el minuto 93 pero el disparo a quemarropa de José Fran en el borde del área pequeña fue repelido por Diego Rivas con una mala salvadora que no evitó que el balón le superara. Las 8.000 gargantas ya cantaban el gol pero en algún lugar del cielo esta escrito que este no es el año. Finalmente el palo se puso de por medio y el colegiado pitó segundos después el final de un partido igualado que el conjunto de Visnjic tuvo en su mano con un buen arreón final.

Al Hércules le faltó ayer fluidez en la salida de balón, desequilibrio en el ataque y, cómo no, pegada. Otro partido más se fue de vacío David Torres y Óscar Díaz tampoco lo arregló en los 15 minutos finales. No por sabido deja de ser terrible el dato de los tres delanteros profesionales de este equipo, que suman 9 goles, los mismos que Chechu Flores. Nada más que añadir.

Al conjunto de Visnjic no le valió el guión de las dos últimas semanas (Chechu Flores por delante de Navarrete y Miñano en la izquierda) debido a la presión alta de un Lleida que dejó buena impresión en el Rico Pérez por su criterio con el balón y gran trabajo defensivo.

La primera parte del Hércules fue muy decepcionante, ya que no mostró la ambición propia de una final. La presión alta del Lleida provocaba que Samuel y Santamaría iniciaran siempre el juego con balones largos frontales que casi nunca llegaban a buen puerto. A mitad del primer periodo, Visnjic reaccionó y centró la posición de Miñano para intentar tener mejor salida y ganar en dominio y fluidez. Los blanquiazules cerraron el primer acto sin disparar entre los tres palos y la aproximación más peligrosa fue un chut desde la frontal de Miñano que no encontró portería. Por su parte, el Lleida ganó el particular duelo de la posesión pero tampoco inquietó a Falcón, ya que el bullicioso delantero Juanto estuvo bien sujeto por Samuel y Santamaría, ayer muy firmes atrás aunque con dudas en la salida de balón.

El punta del Lleida dispuso de una buena oportunidad al inicio de la segunda parte (55') pero su disparo a la media vuelta dentro del área impactó en el abdomen de Santamaría. El guión del partido no cambiaba, al Hércules le faltaba desborde, Chechu no entraba en contacto con el balón por el medio y Juli era «sacrificado» a las bandas porque Miñano ejercía de cerebro. Visnjic introdujo un doble cambio en el 62' al sentar a un desdibujado Navarrete y a un peleón Moha para dar entrada a Paco Candela y José Fran. Mismo sistema pero savia nueva.

Aunque poco lúcido, el extremo de Santa Pola aportó aire fresco a la banda izquierda. En el 68' pudo plantarse solo ante Rivas pero el balón se le quedó atrás con mala fortuna a pase de Juli. En el 79' sirvió una buena falta desde la banda izquierda que remató de cabeza Paco Candela dentro del área para abrir el marcador, pero Diego Rivas tiró de reflejos para quitarse el balón de encima en dos tiempos antes de que Óscar Díaz remachara a placer.

Esta acción espoleó al conjunto de Visnjic, que puso todo el corazón para reengancharse a la pelea por la promoción. El Lleida dio un paso atrás, acusó el gran despliegue físico realizado y dio por bueno el punto de manera descarada.

En plena ofensiva blanquiazul, el cuadro ilerdense trazó una contra que culminó Marc Nierga con un disparo blando a las manos de Falcón y el desenlace del partido fue tan surrealista como cruel para el Hércules. En el 92', Falcón subió a la desesperada para rematar un córner que fue demasiado largo y acabó en las manos de Diego Rivas. El meta del Lleida sirvió rápido para matar el partido, pero Nierga se durmió en la banda y Santamaría le arrebató el balón. El Hércules preparó un último ataque con centro a la desesperada de Juanjo Nieto que, tras dos rechaces blandos, acabó en la zurda de José Fran. El remate cercano a quemarropa del santapolero topó con la mano de Diego Rivas, pero el balón le superó y en vez de entrar en la portería golpeó en el palo para incredulidad de los presentes. La fortuna sigue dando la espalda a este equipo de Visnjic con la misma insistencia que la competición se empeña en darle oportunidades. Pero sólo quedan tres partidos para que la Liga baje el telón.

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