El Hércules ha bajado la persiana y la ha vuelto a levantar varias veces ya en este final de curso y buena parte de culpa la tiene Chechu Flores, obstinado en que el equipo alicantino siga peleando por una promoción de ascenso que queda ahora a cinco puntos a falta de 12 por disputar. Muy difícil, pero no imposible. El jugador jiennense, antes extremo y ahora mediocentro con llegada por obra y gracia de Josip Visnjic, marcó ayer en Sagunto (0-1) su cuarto gol en dos partidos (ya van 9) y devuelve tímidamente la sonrisa a un Hércules cada vez con más confianza y que el domingo (12.00 horas) afronta un atractivo duelo ante el rival directo Lleida en el Rico Pérez.
El cuadro blanquiazul sabía que el principal enemigo ayer era el terreno de juego del Nou Morvedre y se adaptó a él a las mil maravillas, sobre todo en un primer acto en el que además se adueñó del balón y pudo cerrar el partido si David Torres no hubiera desperdiciado una ocasión clarísima solo ante Lluna. El Hércules supo aprovechar los nervios y la falta de confianza de los jugadores locales, que venían de encadenar cinco derrotas, y golpearon bien pronto, a los ocho minutos, por medio del incombustible Chechu Flores. Juli, su mejor socio, peleó un balón con insistencia, lo ganó y sirvió un preciso pase a la espalda de Marín que permitió al jiennense plantarse solo ante Lluna, al que batió con un disparo raso. La veterana sociedad Juli-Chechu que tan buen resultado dio frente al Mestalla volvió a dar rédito ayer en Sagunto. Capítulo aparte merece la nueva posición del otrora extremo, reubicado por Visnjic como mediocentro ofensivo. El serbio apostó, por segunda semana consecutiva, por un centro del campo en rombo, con Nacho Navarrete de pivote defensivo y Chechu como organizador con llegada. Visnjic reconoció después en rueda de prensa que no ve a Flores con el desborde y la rapidez como para jugar en banda y prefiere aprovechar su visión de juego y llegada. Por el momento no le ha podido salir mejor el cambio de guión.
El 0-1 llegó tan pronto que el Saguntino no acusó demasiado el golpe e intentó igualar fuerzas con sus armas: balones largos a la cabeza del espigado Nuha y las segundas jugadas dentro del área. El Hércules achicó agua los primeros 16 minutos, en los que el cuadro local dispuso de hasta seis saques de esquina, todos bien solventados entre Falcón y el resto de compañeros. El encuentro hubiera quedado visto para sentencia muy pronto si en el 23' David Torres hubiera aprovechado una ocasión inmejorable frente a Lluna. El central Marín se comió el balón y permitió que el punta petrerense se plantara solo ante el meta con el balón botando, pero tomó la decisión errónea y le quiso superar con una vaselina que no encontró portería.
Pese a los saques de esquina en contra y alguna intervención de Falcón, el Hércules se mostró muy superior a su oponente, con Chechu en la sala de máquinas, bien flanqueado por Navarrete y con los centrales Pol Bueso y Samuel sin conceder nada.
El panorama cambió tras el descanso, el balón ya no era del cuadro de Visnjic y además Pol Bueso pidió el cambio por molestias musculares y en su lugar entró Santamaría, tan falto de confianza que en su primera jugada dejó pasar incomprensiblemente el balón y dejó a Esteve solo ante Falcón, aunque controló mal y ni siquiera llegó a definir. El Saguntino metió músculo en el doble pivote con la entrada de Nico Kata y pasó a jugar con dos delanteros, lo que provocó que la sensación de asedio fuera mayor, aunque sin ocasiones realmente claras, más allá de un disparo desde fuera del área de Esteve que envió Falcón (66') a saque de esquina.
Poco antes, Juli y Chechu pudieron sentenciar en una contra, pero faltó puntería. Visnjic movió el banquillo con la entrada de los alicantinos Tarí y Paco Candela y los zagueros del Hércules, con Samuel como líder, no incurrieron en ningún error más para cerrar una victoria que deja a los blanquiazules a cinco puntos de la promoción a falta de cuatro partidos para cerrar la Liga. El conjunto alicantino recibe el domingo al rival directo Lleida en el Rico Pérez y después visita de manera consecutiva al Ontinyent y al Elche. El último partido es en Alicante frente a un Llagostera que puede llegar ya descendido. Competir ese partido con la promoción a tiro sería ya un éxito tras este curso para olvidar.
