En los 60 se solía decir que al Hércules en La Viña no había quien le ganara, salvo el Real Madrid. La leyenda, un tanto distorsionada, radicó en que entre enero de 1963 y noviembre de 1966 los blanquiazules sólo perdieron dos partidos de Liga en su feudo. En la 64/65, el líder Mallorca visitó Alicante a un Hércules que deambulaba noveno, calcado a la situación actual, y regresó derrotado a las islas por 1-0. Aquel gol de Arana no impidió que los bermellones terminaran ascendiendo a Primera, ni que el Hércules se quedara otro año más en Segunda División.