Un mensaje anacrónico, difícil de creer y tremendamente positivista. El joven centrocampista Pepelu, lejos de hacer autocrítica y huyendo de la palabra fracaso, expresaba ayer su esperanza de dar caza a unos puestos de ascenso que ya quedan matemáticamente casi imposibles: «Somos optimistas, sabemos que está difícil, pero no hacemos cuentas, vamos a pensar primero en el Mallorca y luego ya veremos».
El exjugador granota confesó que el vestuario blanquiazul no baja los brazos, pese a la tan irregular temporada que le ha hecho olvidarse de la promoción de ascenso a falta de dos meses del término de la competición: «Si pensáramos en arrojar la toalla ni saldríamos a jugar este domingo contra el Mallorca; estamos centrados en este fin de semana y no miramos más allá». «Sabemos que hay que sacar fuerzas de donde no las hay, el equipo está concienciado de lo que tiene que hacer y la falta de ganas no va a ser un problema», señaló.
Dos decepciones
A pesar de que ni la temporada a nivel colectivo ni a nivel individual han sido las esperadas cuando estampó su firma como herculano el pasado mes de agosto, Pepelu rehuyó de hacer valoraciones anticipadas. «Las circunstancias se han dado así, no es momento de pensar en lo que ha pasado, pensamos aún en partido a partido y después ya cada uno valorará como quiera, a nosotros no nos preocupa», indicó. El mediocentro de Dénia instó a analizar la temporada una vez concluida y aclaró que en Alicante es feliz: «Aún quedan nueve partidos, queda mucho por decir, tanto nosotros como los rivales. Cuando se acabe la Liga haremos conclusiones de lo que ha pasado durante este año».
Amargo regreso a la titularidad
Tras haber jugado sólo 14 minutos (ante el Deportivo Aragón) en el primer mes de Josip Visnjic como técnico blanquiazul, Pepelu recuperó el pasado fin de semana en Ibiza la titularidad en el centro del campo. «No se puede decir que estoy contento después de una derrota, tuve sensaciones buenas pero en general no salí satisfecho», reconoció. Compartió medular con el chileno Nacho Navarrete, con quien había cuajado un gran partido ante el Elche en Copa, pero ante el Santa Eulalia el Hércules volvió a quedarse a oscuras.
El modesto terreno de juego balear, no obstante, no fue excusa para Pepelu, que aclaró que todos los rivales juegan en esos campos: «Sabemos que en este grupo hay este tipo de superficies, pero debemos acoplarnos a todos los terrenos porque todos lo hacen y el rival juega con el mismo hándicap que nosotros».
Sobre este papel camaleónico que persigue el equipo desde que comenzó el curso también argumentó que el juego del Mallorca favorece más al Hércules que el de los equipos pequeños: «Intentamos adaptarnos a todos los rivales y estilos, trataremos de hacer un juego que nos aporte lo máximo posible para ganar».
Las mínimas opciones de alcanzar la cuarta plaza multiplican la posibilidad de que el Rico Pérez acoja cada semana partidos con poco pero crítico público; algo a lo que Pepelu resta importancia: «La gente es libre de opinar, nosotros seguimos centrados en lo que pasa dentro del campo. Al que le guste, que aplauda; y al que no, que pite. Eso no nos tiene que afectar». El club decidió no efectuar el día del club que le queda.
