De carácter afable y siempre con una sonrisa en la boca (a menudo acompañada de un cigarro en la mano), a Quique Hernández (Anna, 1958) le cuesta sonreír, al menos en público, desde el pasado domingo. La inesperada derrota en Peralada (2-0) ha dejado al Hércules virtualmente descolgado de la pelea por la promoción y el nuevo presidente confiaba realmente en la reacción del equipo de la mano de Josip Visnjic, el tercer entrenador de la temporada. No pone paños calientes y reconoce que no llegar a la cuarta plaza sería «un desastre». Asegura que premiará la fidelidad de los abonados en la próxima campaña y tiene como gran objetivo la construcción de una ciudad deportiva que ponga los cimientos de un fútbol base más poderoso que haga del Hércules «un club de cantera de verdad».
Usted que es optimista por naturaleza, intente levantar la moral de la tropa herculana...
Soy optimista y realista, las dos cosas. Lo tenemos difícil porque nos hemos complicado la vida nosotros mismos, es una temporada mala y no hay por donde coger que un equipo como el Hércules esté clasificado en la décima posicion en Segunda B, eso no se sostiene y lo reconozco. Pero no podemos bajar los brazos, eso sería inadmisible. Además de hacer una temporada mala, si encimas bajas los brazos, ya sería intolerable. Hay que sacar el amor propio, los jugadores se juegan su prestigio y espero que reaccionen.
La derrota de Peralada (2-0) enfada y desconcierta por la línea ascendente del equipo tras la llegada de Visnjic...
Sinceramente yo tampoco espertaba la derrota. La primera parte fue muy buena, de las mejores que ha hecho el equipo en toda la temporada. Yo ya veía al equipo antes de ser presidente y doy fe. Pero faltó lo que ha faltado siempre: el gol. Cuesta un mundo acabar las jugadas. Pero en la segunda parte el equipo se fue, se cayó, como ya han dicho los jugadores y el propio Josip (Visnjic). Se pueden buscar justificaciones como que el campo era pequeño o que el árbitro nos perjudicó en dos acciones (penalti no pitado a Peña y segunda amarilla no mostrada a Soni), pero de nada sirve. Debimos salir en la segunda parte igual que en la primera y no lo hicimos. Pero volviendo a la pregunta, yo tampoco me esperaba caer en Peralada y duele, estamos todos decepcionados. Los primeros, los jugadores.
En esas siete horas de regreso a Alicante le dio tiempo a pensar muchas cosas...
Sí, pero no sólo ahí en caliente, llevamos varias semanas intentando buscar soluciones. Pero también quiero dejar claro que no es momento de hacer análisis ni balances porque quedan 30 puntos por disputar y matemáticamente tenemos posibilidades de llegar. Estar lamentándonos continuamente tampoco te lleva a nada, toca levantar la cabeza y que los jugadores den la talla contra el Formentera. Visnjic dijo después del partido que el equipo aún va a dar guerra y yo también lo creo.
Usted siempre recalca que no es fácil confeccionar una plantilla en Segunda B. ¿Por qué?
Es complicado, sólo tienes 16 fichas profesionales y luego las piezas no encajan. Lo que está claro es que aquí los jugadores están rindiendo muy por debajo de su nivel. Esto es una apreciación objetiva, sólo hay que echar la vista atrás y ver cómo han rendido estos mismo futbolistas en la temporada anterior y más atrás. Aún así, insisto en que no es de recibo que el Hércules está en mitad de tabla en Segunda B, eso no se sostiene. Hay que llegar como mínimo a la promoción y luego ahí ya se sabe que todo puede pasar, un árbitro se puede equivocar, puedes tener un mal día... Pero acabar entre los cuatro primeros es lo mínimo exigible.
Entonces usted entiende el enfado de la afición...
Claro que lo entiendo, estamos todos decepcionados y desencantados, pero insisto en que bajar los brazos no es una opción, no lo vamos a consentir.
Cuando Visnjic llegó al banquillo el equipo ya estaba mal y existía el riesgo de «quemar» al entrenador en un tramo final de Liga sin nada por el que pelear...
Yo he visto los tres partidos desde que llegó e insisto en que la derrota de Peralada viene después de una gran primera parte. Contra el Villarreal B jugamos muy bien y en el 0-3 contra el Aragón también, con mucha solvencia y haciendo muy bien las cosas. Pero Visnjic no es el culpable de la falta de gol el equipo.
Asumió la presidencia en plena crisis deportiva y sabía que esto podía llegar...
El proyecto a corto y medio plazo sigue siendo volver a la Liga de Fútbol Profesional y lo seguiremos intentando porque el Hércules no puede seguir en Segunda B. Pero hay otros objetivos como abrirnos más a la ciudad y a la sociedad alicantina, cuidar a nuestros aficionados fieles y más ideas que tenemos en mente.
Decía Visnjic la semana pasada que el mayor tesoro del Hércules es la afición y se ha propuesto recuperar su ilusión. ¿Cómo lo piensa hacer después de dos campañas tan malas en Segunda B?
El equipo no puede caminar solo y esta ciudad es herculana, de eso no cabe ninguna duda porque yo lo he vivido. Nuestros abonados fieles se merecen un reconocimiento, ahora ya no se puede hacer, pero sí en la campaña de la próxima temporada. Estamos recogiendo ideas de peñas para ver cómo lo podemos llevar a cabo. Para mí lo más importante es recuperar la ilusión de esa afición dormida y también tengo como reto a medio plazo que el Hércules sea un club de cantera de verdad. Ahora lo intentamos sin medios y estamos agradecidos al gran trabajo que se realiza en el fútbol base sin instalaciones y casi sin recursos. Necesitamos campos, una ciudad deportiva al nivel de un club casi centenario como este. Ese sería el mejor legado que podríamos dejarle al Hércules.
Suena un poco utópico porque en el Hércules se condiciona siempre casi todo a salir de Segunda B para tener ingresos por televisión...
Yo personalmente estoy muy involucrado y no descansaré hasta ver la ciudad deportiva. Lo que es evidente es que el Hércules no la puede construir, debe partir la inversión de la iniciativa privada. Alicante es una ciudad espectacular, con un clima fantástico y un club casi centenario que volverá al fútbol profesional, eso que no lo dude nadie, esto son ciclos. Lo que no podemos hacer es desfallecer.
¿Le ha cogido ya el gusto al sillón presidencial?
No, la verdad es que no, porque es otro ámbito en el que yo no me he movido, he sido entrenador toda mi vida. Donde vas debes representar a un club con casi 100 años de historia y eso es una responsabilidad muy grande. Espero estar a la altura.
Usted no era muy expresivo en el banquillo y llevaba los nervios por dentro. ¿Lo pasa peor en el palco?
Sí, mucho peor. Cuando estaba abajo podía hacer cambios, movier piezas, tomaba decisiones. Ahí arriba no. Y además tienes que estar contenido, no puedes ser un forofo ni un exaltado.
La sanción de Bruselas (6 millones) parece que está al caer. ¿Peligra la viabilidad del club al militar en una categoría sin ingresos por televisión?
Lo que es evidente es que habrá que pagar, tenemos voluntad de hacerlo, de negociar. Es evidente que el Hércules en Segunda B no dispone de 6 millones para desembolsar de manera inmediata.
¿Algún avance o reunión a la vista con Hacienda (a la que se adeuda 4 millones)?
Nos debemos sentar pronto con ellos. La Agencia Tributaria ha firmado acuerdos con otros clubes en similares circunstancias y eso queremos negociar.
¿Qué puede contar de la reunión de la semana pasada con el alcalde Echávarri?
Fue protocolaria, no fuimos a pedir nada, sino a ofrecernos. El Hércules tiene un gran tirón en la ciudad y queremos abrir nuestras puertas a quien lo necesite y quiera visibilidad.
