Todo lo que no sea ganar esta tarde ante el Ebro en el Rico Pérez (17.00) dinamitaría las opciones del Hércules de engancharse a los puestos de play-off. Además, otro traspié precipitaría la salida de su técnico Claudio Barragán, que acumula una sola victoria en los últimos diez partidos al frente de la nave blanquiazul.

Para disipar la retahíla de dudas que arrastra el Hércules deberá doblegar a un Ebro que ya le ganó en la primera vuelta en Zaragoza y que amenaza con adelantarle en la clasificación si logra, como mínimo, puntuar en el Rico Pérez. El conjunto aragonés llega con el exherculano David Mainz como referencia en ataque y con el canterano blanquiazul Borja Martínez.

Claudio no podrá contar con dos de sus fichajes de invierno, Paco Candela y David Torres, tras sendas amonestaciones, y formará un once con Óscar Díaz como ariete y con el doble pivote Pepelu-Miñano. También será la reaparición como titular de Chechu Flores, que ya jugó unos minutos hace siete días en Badalona.

Fragilidad como local

El escenario de la enésima final será un Rico Pérez en el que el Hércules no gana desde el 5 de noviembre, una victoria agónica ante el Atlético Baleares gracias al gol del capitán Paco Peña, que celebraba 300 partidos con la entidad.