El Rico Pérez volvió a ser uno de los factores diferenciales de este Hércules que cada vez se vulgariza más en Segunda División B. El terreno de juego se mantuvo impecable a pesar de que durante la madrugada del sábado al domingo la lluvia azotó violentamente la provincia. En Alicante capital cayeron 61,6 litros de agua por metro cuadrado, pero el césped no mostró ningún síntoma de deterioro. Los cuidadores del campo, propiedad de la empresa Royal Verd, confesaron que el terreno es de máxima categoría y que drena a la perfección. También ayudó que desde primera hora de la mañana el sol apareciera en la capital y disipara cualquier conato de lluvia que sí había amenazado durante toda la semana previa. R.P.