El gol de Eldin en el minuto 93 desplomó al Hércules hasta la séptima plaza, pero más allá de la puñalada del canterano, lo que preocupa en el Rico Pérez es la falta de respuesta de una plantilla y un banquillo que empiezan a hacer aguas a imagen y semejanza del curso pasado, en el que se batió el récord negativo de derrotas en Segunda B y no se alcanzó la promoción. La falta de confianza de los jugadores, los nervios, las prisas, la ausencia de un organizador y un delantero... Todo recuerda demasiado a la temporada pasada y desde el club se desliza que no habrá grandes novedades en forma de fichajes en estos 15 días de mercado que restan. Portillo abroncó a los jugadores tras caer ante el Alcoyano y espera una reacción en Sabadell.

1- El Rico Pérez, un chollo para cualquier rival

El Hércules sólo ha ganado dos partidos con cierta solvencia como local en esta Liga: al Sabadell (2-0) en la tercera jornada y al colista Aragón (3-1) en la séptima

2- Checa aún es intocable y no hay jerarquía en el mediocentro

Aunque parezca mentira, todo apunta a que Miñano y Checa volverán a llevar el timón de la nave herculana en la segunda vuelta. El sevillano, eminentemente defensivo, es intocable para Claudio y fue esperpéntico comprobar cómo el técnico le esperaba durante 10 minutos a que le aplicaran puntos de sutura en la primera parte frente al Alcoyano. Aunque el técnico no lo tenga tan claro, este equipo pide a gritos un mediocentro con jerarquía como en su día llegó el canario David González. El chileno Nacho Navarrete es el principal candidato a abandonar la plantilla si llega un refuerzo, mientras que Pepelu pagó los platos rotos el domingo y se quedó en el vestuario en el descanso ante el Alcoyano. La falta de un líder en la sala de máquinas es especialmente sangrante en el Rico Pérez, donde sólo a Miñano

3- El mal endémico de los delanteros sin gol

Ya son cuatro las temporadas consecutivas en Segunda B y el Hércules sigue sin un delantero rematador que marque diferencias, una pieza a priori indispensable en cualquier candidato al ascenso. Tras 21 partidos disputados ya se puede decir alto y claro que las apuestas por Carlos Fernández y Óscar Díaz han decepcionado una vez más. Suman cuatro goles cada uno y su influencia en el juego es cada vez menor. El primero se mostró errático e impreciso ante el Alcoyano. Es evidente que no es un rematador, pero si además no genera peligro de espaldas a la portería ni se asocia con sus compañeros, apaga y vámonos. Por su parte, Óscar Díaz sigue apareciendo sólo a ratos y el domingo únicamente dispuso de 20 minutos, ya que Claudio apostó por darle más protagonismo al canterano Tarí. El gol se paga muy caro, aún más en enero, pero el técnico ya pidió el viernes públicamente el fichaje de otro «9». A Portillo no le gustó porque, además de meter más presión a Carlos y a Óscar, no está claro que vaya a llegar por las altas pretensiones de los arietes que están en el mercado. El Hércules apostó fuerte por José Fran y las arcas están temblando.

4- La plaga de lesiones no remite y siguen los mismos responsables

Otro mal endémico del Hércules desde que regresara al pozo de la Segunda B, aunque cada año que pasa es más sangrante porque siguen los mismos profesionales a la cabeza. Veteranos como Chechu Flores, Juli, Óscar Díaz, Pol Bueso o Peña han sufrido varios percances musculares, pero también otros más jóvenes como José Gaspar. El dedo acusador apuntaba al ayudante de Gustavo Siviero, pero parece poco serio culpar de todos los males a un trabajador despedido hace tres meses. Claudio Barragán echa mucho de menos a «pesos pesados» como Peña y Chechu. Los números del Hércules sin este último son para echarse a llorar. Nada cambia por el Rico Pérez.