El Hércules culmina el aciago 2017 con una guinda a nivel institucional. Ayer, el hasta entonces presidente legal, Carlos Parodi, anunció en la junta general de accionistas que los acreedores aceptan el nuevo reconvenio que presentó el club ante el Juzgado de lo Mercantil el pasado 27 de mayo.
La entidad alicantina tenía un acuerdo vigente desde la temporada 12/13 por el que hacía frente a unos pagos anuales con una carencia de dos campañas mientras estaba en Segunda División B. Gracias al reconvenio, al que ya se ha adherido más del 75% de los acreedores ordinarios del club, el Hércules amplía este tiempo de carencia y respira más tranquilo en su acuciante día a día.
«Es un balón de oxígeno para la entidad, ya que ampliamos tres años -hasta el término de la campaña 19/20- la carencia para afrontar los pagos del concurso en el caso de seguir militando en Segunda B, categoría de la que, por otra parte, deseamos salir cuanto antes», aseguraba Parodi, que acto seguido oficializaba su renuncia como presidente del Hércules, cargo en el que le sucede Juan Carlos Ramírez. No obstante, la entidad alicantina continúa a la espera de la resolución formal del juzgado que le notifique que este nuevo convenio ha sido aprobado. Se espera que ésta se produzca entre finales de este año y principios del 2018. Asimismo, este reconvenio ha contado desde el primer momento con el respaldo de LaLiga y de AFE.
Regreso de Valentín Botella
La junta general de accionistas nombró a Juan Carlos Ramírez como presidente del Hércules (pese a actuar como tal desde julio), al tiempo que Valentín Botella vuelve a formar parte del consejo de administración. Por tanto, el consejo actual queda formado por Ramírez, José León (hombre de confianza de Enrique Ortiz) y Miguel Ángel González (empleado del nuevo presidente), a los que desde ayer se une Valentín Botella, dueño de un 8% del accionariado.
Además, se aprobó el presupuesto de 2,4 millones de euros para el ejercicio 2017/18, que supone un incremento de 400.000 euros respecto al del curso anterior. Precisamente de este pasado ejercicio, se obtuvo un beneficio de 363.637 euros. «Es una cifra destacable porque fue un año en el que no nos clasificamos para la promoción de ascenso, pero la ronda de Copa del Rey contra el Barça palió en parte la economía del club», se congratuló Parodi, que, a su vez, aseguró que la Segunda B es «deficitaria» y que urge salir de ella.
Negociación con el fisco
«El Hércules ya no es de la Fundación, se ha producido ya una desvinculacion y ahora el club tiene ya unos propietarios que hemos pagado un dinero por ello y procedemos a estabilizar esta sociedad. Ésa es nuestra mentalidad». Así de tajante tomaba la palabra un Juan Carlos Ramírez aliviado por haber resuelto en apenas unos días dos problemas de golpe: la compra del club y el reconvenio.
«El juzgado tiene todavía que ratificar, pero ya se nos ha comunicado esa adhesión del 75%, agradezco a los acreedores la confianza en este proyecto; no había más soluciones», esgrimió.
Aún así, el mandatario vasco se mostró cauto, consciente de que el Hércules continúa atascado en varios asuntos: «Son varias patas y hay que arreglarlas todas. La del reconvenio ya lo está y la titularidad de las acciones también está hecha y ya trabajamos de otra forma, no con menos problemas, pero si te arriesgas a algo al menos podemos decir que el niño es nuestro y no de un tercero del que desconoces sus intenciones».
«Por tanto, -prosiguió- sólo falta la de Hacienda, que es máscomplicado, tenemos que hablar con ellos y ver de qué forma podemos arreglar y pagar a todo el mundo para que la institución siga adelante». No obstante, sí que descartó que el pago inmediato de los cuatro millones que se adeudan es inviable: «Me encantaría arregarlo con Hacienda mañana mismo, pero no puedo, no es que no quiera».
Ampliación de capital
Ramírez anunció que una vez adquirida por parte de Zassh el 15% de las acciones y el derecho del crédito contra la Fundación del Hércules que ostentaba el IVF, la empresa se planteará ampliaciones de capital como fórmula para saldar la deuda. Además, reconoció que otra de las patas es la multa de Bruselas: «Cuando llegue, llegará».
Por último, recordó que el club lleva seis meses embargado: «No sé cuánto podremos seguir así, la viabilidad del club es una cosa de todos, es una entidad de la ciudad».
