La moneda al aire a la que está fiada la estabilidad del Hércules en los últimos años vuelve a salir cruz. Un mes y medio después del cambio de entrenador, la inyección de moral y de puntos de Claudio Barragán parece difuminarse entre fantasmas pasados y el paso de las jornadas. El empate a nada en el derbi del pasado fin de semana deja al Hércules matemáticamente sin opciones de terminar la primera vuelta y el 2017 en puestos de play-off por primera vez en esta etapa en la categoría de bronce. Paradojas del destino, en los dos únicos ascensos del club blanquiazul de Segunda B a Segunda (92/93 y 04/05) tampoco llegó al ecuador liguero entre los cuatro primeros.
Mismo promedio
14 puntos vs 12 puntos
Carambolas aparte, la realidad es que Claudio sólo ha sumado dos puntos más que Gustavo Siviero en las mismas jornadas: 14 por 12 tras nueve fechas cada uno. El equipo, visiblemente más sólido en defensa, es también más fiable a balón parado y sabe competir hasta el pitido final, dos de los agujeros heredados de la anterior etapa; no obstante, la propuesta ofensiva sigue falta de recursos y de frescura. Ahora encadena su peor racha en Liga, tras un mes seguido sin conocer la victoria (una derrota y tres empates). Con Siviero el tope llegó a tres.
Falta de especialistas
A imagen y semejanza
El juego directo y sin tanta elaboración en el centro del campo es tan lícito como su opuesto, pero para ponerlo en práctica es evidente que se necesitan jugadores de ese corte y a día de hoy el Hércules no los tiene. El equipo se empecina en enviar balones largos a Óscar Díaz, un «nueve» que no lo es y a comenzar a crear tras una segunda jugada que rara vez se encuentra. Cierto es que desde su lesión en la Ciudad Deportiva de Paterna Carlos Fernández no ha estado en óptimas condiciones, pero también deben aportar los efectivos de segunda línea. Quizá sea el mercado de invierno la única vía de escape que busca Claudio para crear un equipo a imagen y semejanza y no uno heredado.
Rico Pérez
Tres «pinchazos» seguidos
A pesar del buen inicio de la «era Claudio», el equipo acumula un mes sin ganar y hasta ha perdido el bastión del Rico Pérez (dos empates y una derrota en los tres últimos partidos), que le sostenía del flojo nivel ofrecido por los de Siviero lejos de Alicante. No obstante, ahora deberá sacar rédito de sus dos próximos compromisos como visitante (ante Llagostera y Olot), ya que el Hércules no jugará en el Rico Pérez hasta el 14 de enero, contra el Alcoyano.
Como visitante
Dos meses sin perder
La condición de visitante es donde más mejora Claudio los datos de Siviero, con seis puntos conseguidos por el único que sacó el técnico argentino en El Collao. Con Claudio llegó ante el Mestalla el primer triunfo fuera de casa y también cerrojo atrás. El técnico valenciano ha conseguido mantener la portería a cero en tres partidos, algo que el anterior técnico solo consiguió en una ocasión; pero los debes que arrastra el equipo año tras año siguen pesando más.
Sin mordiente
El máximo artillero, 4 tantos
El Hércules sigue sin encontrar un referente en ataque, un año más el gol vuelve a ser una de las tareas a resolver en el parón navideño. Carlos, el ariete elegido en verano, sólo suma tres dianas y Óscar Díaz es, junto a Chechu Flores, el máximo artillero con cuatro tantos en una vuelta. El pasado fin de semana, Enric Gallego volvió a anotar dos goles para la victoria del Cornellà y ya son 18 en media Liga. Un promedio que asusta. El jugador descartó llegar a Alicante en verano por motivos familiares.
Enfermería llena
Un enigma sin resolver
Desde que el Hércules cayera en 2014 al pozo de Segunda B las lesiones musculares han azotado sin tregua al equipo; a Llagostera viajará este sábado con siete bajas, seis de ellas por problemas musculares. La gran mayoría, de jugadores sobre los que se cimentó el proyecto el pasado verano. Chechu Flores, al que no se le puede negar implicación y que ha sostenido al Hércules en multitud de ocasiones, tampoco atraviesa su mejor momento.
