El director deportivo del Hércules Javier Portillo tiene faena por delante estas Navidades porque nadie puede negar ya a estas alturas que el equipo blanquiazul necesita un mínimo de dos refuerzos de nivel para pelear por el ascenso a Segunda. El efecto Claudio Barragán ya ha pasado y también las victorias épicas con goles en el descuento. En este Hércules afloran las mismas carencias desde principio de temporada pero ahora con los malos resultados se han hecho aún más visibles. El cuadro blanquiazul sólo ha rascado dos empates ante el Saguntino, Lleida y Ontinyent, y la imagen en el Rico Pérez ha sido preocupante, sobre todo el pasado sábado.

Al Hércules le falta principalmente un organizador con jerarquía y personalidad, y también un goleador. Realmente ambos males los arrastra el equipo desde que descendiera a Segunda B en junio de 2014.

La baja por lesión de Miñano ha encendido aún más las alarmas en la sala de máquinas del Rico Pérez, aunque Claudio nunca ha ubicado al alicantino como mediocentro organizador. Para el doble pivote siempre ha apostado por Checa y Pepelu, a los que les cuesta un mundo mirar hacia adelante e imprimir ritmo. El primero no tiene condiciones para ello y destaca como bregador y el segundo no está demostrando en Alicante las cualidades que le llevaron a ser un fijo de la selección española sub'19 de Santi Dénia. Pepelu ya no es el pivote que deslumbraba en el filial del Levante, con llegada al área rival y un golpeo de balón notable. Su aportación en el Hércules no ha supuesto un salto de calidad y, por ejemplo, no es el primer lanzador en las acciones de estrategia.

Todavía más decepcionante ha sido el concurso del chileno Nacho Navarrete, llegado este verano procedente del Granada B para pelear con Checa por el puesto de pivote defensivo. Sólo ha sido titular en cuatro de los 17 partidos y, con las estadísticas en la mano, es uno de los principales candidatos a marcharse en enero. El director deportivo Portillo, que hasta el momento no se ha referido al mercado de invierno pero que trabaja en él desde hace meses, necesita dar un golpe de efecto como en su día hizo el Hércules con la llegada del canario David González en la temporada 14/15. El experimentado centrocampista pedía todos los balones, repartía juego y desequilibraba.

Por más que le duela a Portillo, la otra posición que pide a gritos un refuerzo es la de delantero centro. El director deportivo defiende con vehemencia el trabajo y la aportación de Carlos Fernández y Óscar Díaz, pero los numeros hablan por sí solos otra temporada más. El primero únicamente ha visto puerta en tres ocasiones y casi todos los delanteros titulares del resto del equipos del grupo llevan más goles que él. Nadie niega su trabajo de espaldas al balón y hasta el momento ha aportado más que Mainz y Berrocal la temporada pasada, pero está muy lejos de las cifras esperadas.

Por su parte, Óscar Díaz lleva cuatro goles pero sus mejores partidos como herculano han sido como «10» y no como «9».

Al margen de la necesaria llegada de un organizador y un delantero, también es probable que aterrice en enero un extremo que aporte más competencia y desequilibrio. Las lesiones de larga duración de Moha y de Nieto han sido letales, Chechu también ha tenido problemas físicos y Gaspar sigue sin explotar. Además, Juli no ha rendido bien cuando le ha tocado caer a las bandas. El gran candidato a salir en enero es Miguel Ángel Nieto, que sigue con su pesadilla con las lesiones.