La paciencia es la más heroica de las virtudes porque precisamente carece de todo viso de heroísmo. Así fraguó ayer el Hércules de Claudio su primera victoria del curso lejos del Rico Pérez en un partido que pronto condicionó para perjuicio de los blanquiazules el colegiado Campos Salinas.

Nuevamente este Hércules abonado a la cofradía del clavo ardiendo volvió a vencer en el tramo final (ayer fue Connor en el 82') un encuentro en el que había golpeado primero Chechu Flores tras un gran contragolpe comandado por Juli desde la banda derecha en el minuto 24.

El planteamiento de Claudio en el primer tiempo no distó en demasía del ofrecido en anteriores escenarios: pierna fuerte, concentración atrás, segundas jugadas y fe ciega en Juli y Chechu, dos viejos rockeros todavía empeñados en llenar campos de fútbol. Peña, el último de la terna de expertos, aguantó con solvencia las embestidas de su par, el recién subcampeón del mundo sub'17 Ferrán Torres, al que el lateral extremeño le saca 22 años.

Sin embargo, el ya habitual e inevitable único lunar del Hércules volvió a traducirse en gol encajado. Al filo del descanso Falcón, a la postre uno de los héroes del choque, despejó de puños un balón al centro que Jordi Sánchez no desaprovechó con una certera volea desde dentro del área. El revés fue mucho mayor porque Campos Salinas perdonó la segunda tarjeta amarilla al local Petcoff, exjugador del Eldense y el más veterano del Mestalla, y no pitó un claro penalti por mano en el área local tras un disparo mordido de Carlos Fernández después de una nueva internada de Juli por el carril diestro.

Con ese regusto amargo llegó el Hércules al descanso, pero la zancadilla no había acabado. Gaspar fue expulsado a los quince minutos tras recibir la segunda amarilla por simular una falta, según el criterio de un colegiado murciano que pobló de amonestaciones un partido casi de guante blanco. Por si fuera poco, Carlos Fernández se vio obligado acto seguido a abandonar el terreno de juego por unas molestias en la rodilla. Tarí fue su sustituto.

A partir de ahí, un Hércules contra los elementos dio un paso atrás y se resguardó de los escasos envites del bisoño equipo de Lubo Penev. Dosificando el último aliento, Juli y Chechu trataron de estirar a un equipo que combatió lanzando en largo al canterano Tarí. Con esa superioridad numérica, los ches, comandados por Jordi Sánchez y con Fran Navarro como brazo ejecutor, inquietaron tibiamente el arco de Falcón, que sí que tuvo que intervenir en un buen lanzamiento directo de Miki que se colaba por la escuadra.

En ascenso tras nueve meses

A falta de ocho minutos para el 90', uno de los últimos sprints que le quedaban al siempre cumplidor Juanjo Nieto, terminó con el balón en el interior del área local. Juli, en semifallo, cayó al suelo y Connor, con apenas un minuto en el campo, empujó a la red el 1-2 ante el delirio de los 400 herculanos que se desplazaron al Antonio Puchades y que no dejaron de alentar al equipo.

El árbitro decidió alargar seis minutos y el Hércules, ya a merced de los zarpazos del Mestalla, resistió gracias a la figura emergente de Ismael Falcón, que terminó sacando dos manos salvadoras en la línea de gol.

La sufrida victoria es la primera que logra este Hércules fuera de casa; no lo hacía desde el mes de abril, y sirve para enlazar seis puntos consecutivos que aupan al Hércules a los puestos de privilegio.

El éxtasis de la victoria fue más allá del terreno de juego y el alcalde de Alicante, Gabriel Echávarri, que se desplazó a Paterna, terminó felicitando a los jugadores en el túnel con golpes en el pecho, al más puro estilo Carlos Aimar de los años noventa.

Claudio ha inyectado a la plantilla fe y paciencia y no conoce la derrota en sus cinco partidos al frente de un Hércules que pisa el play-off nueve meses, 27 jornadas y tres entrenadores después. No obstante, la «batalla» de Paterna deja al Hércules muchas bajas para el partido del próximo domingo ante el Saguntino en el Rico Pérez (18.00 horas). Gaspar es la primera baja segura y Chechu Flores (expulsado en el descuento cuando ya había sido sustituido) tampoco podrá ser de la partida. A ellos se puede sumar el ariete Carlos Fernández, que lo había jugado todo hasta el momento, porque se marchó ayer con una molestia en la rodilla. Estos reveses y los ya conocidos de Moha y Nieto podrían precipitar el retorno de Óscar Díaz.

Sea como fuere, este Hércules práctico y sin demasiados alardes se ha convertido en un equipo fiable, paciente, sabedor de sus posibilidades y está acompañado de ese aura de fortuna que le esquivó a principios de curso y que siempre acompaña a los favoritos.