Vicente Verdejo y Fernando Béjar, la pareja de canteranos zurdos del Hércules más prometedora de principios de siglo, siguen al pie del cañón en las catacumbas del fútbol provincial. A los 37 años, ambos se baten el cobre en Preferente, no juegan por dinero y sí por matar el gusanillo de la competición y por defender al equipo de su pueblo, en el que los jugadores y técnicos son los amigos de toda la vida.

El extremo Fernando colgó las botas el año pasado pero en enero se las volvió a calzar para ayudar al Monforte a ascender a Preferente desde Primera Regional. «No les pude decir que no, son amigos y jugar al fútbol siempre apetece. Lo peor son los viajes de los domingos, ya que tengo dos niños y otro trabajo», señala el noveldense, quien regenta el restaurante «La Posada», de Novelda, junto al también exherculano Andrés del Campo, 'Santos': «Coincidimos en el Hércules y luego en el Ontinyent, íbamos juntos todos los días en coche e hicimos mucha amistad. Hace cinco años decidimos montar el restaurante y ahora nos dividimos los días de trabajo para estar siempre al pie del cañón. Por ahora estamos muy contentos».

De nuevo tentado

Tras ascender con el Monforte a Preferente, Fernando decidió colgar de nuevo las botas, pero no las tiene todas consigo. «Voy los martes y los miércoles a entrenar y ya me están diciendo otra vez que les eche una mano. Al final seguramente lo haga, pero mis hijos me dicen que mi trabajo ya está en el restaurante y tienen razón», explica el noveldense.

Fernando disputó 93 partidos con el primer equipo del Hércules y casi toda su carrera transcurrió en Segunda B, en equipos como el Villajoyosa, Benidorm, Alicante, Alcorcón y Ontinyent. Sólo disputó 14 encuentros en la categoría de plata en el desaparecido conjunto celeste.

Por su parte, Vicente Verdejo sí compite cada fin de semana y , de hecho, el pasado sábado le marcó un gol al Hércules B con el Villena, en un saque de esquina. «Lo de lateral ya se acabó. El año pasado probé como mediocentro y ahora ya de central. Juego por diversión, los compañeros y los técnicos son mis amigos y no tengo en mente dejarlo. Mientras el cuerpo aguante...», afirma el zaguero formado en el Hércules, uno de los canteranos con mayor proyección de los últimos años.

«Tenía unas condiciones buenísimas, calidad, físico imponente y muy buenos conceptos tácticos, además de ser un chaval excepcional», recuerda Paquito Escudero, que hace casi 15 años ejercía de responsable de la parcela deportiva junto a Pascual Luna Parra. «Aún me acuerdo de la expectación que había en torno a Vicente y Fernando, había muchos clubes interesados en ellos, sobre todo el Villarreal y el Valencia», explica el excapitán blanquiazul.

Con 22 años, y tras disputar 153 partidos con el primer equipo del Hércules en Segunda B, Vicente se marchó cedido al Valencia en el curso 03/04 . Realizó la pretemporada con el primer equipo «che» a las órdenes de Rafa Benírez, pero tenía por delante a los internacionales Amedeo Carboni y Fabio Aurelio. Completó esa campaña en el Mestalla y después regresó al Hércules, con el que ascedió a Segunda División en junio de 2005.

Vicente disputó 46 partidos en la categoría de plata con el conjunto blanquiazul y con el Vecindario y después ha militado en diferentes equipos, tanto en Segunda B como en Tercera: Lorca, Extremadura, Ontinyent y Eldense. Cumple su cuarta temporada en el Villena, donde ahora cobra 10 euros por punto conseguido. «Realmente es una remuneración simbólica, al final te sale casi a pagar si descuentas la gasolina y demás», explica.

El canterano del Hércules dirige ahora en su pueblo la escuela «Fair Play», que cuenta con un centenar de niños.