Solo tres entrenadores del Hércules, que ayer igualó en Formentera (1-1) en el estreno de Claudio Barragán, han logrado debutar en el banquillo del equipo alicantino con una victoria tras ser contratados como revulsivos durante la última década.

El empate sumado por Barragán en su debut confirma la tendencia en el equipo herculano de no cumplirse el viejo axioma de que un nuevo entrenador equivale a una victoria segura. De hecho, el Hércules no ha logrado ganar en las tres últimas ocasiones en las que un entrenador ha llegado al cargo con la temporada en marcha. Además de Claudio, Carlos Luque, la pasada temporada, no pudo parar del empate ante el Prat (1-1) y hace dos campeonatos fue Vicente Mir el que se estrenó con derrota ante el Villarreal B (3-1).

La última ocasión en la que un cambio de entrenador tuvo efectos inmediatos fue tras el fichaje de Manolo Herrero, en la temporada 2014-15, en la que el Hércules ganó en el primer partido del jienense al Ilicitano (0-2). Slavisa Jokanovic debutó con derrota en Gijón (2-1) en un año que acabó con el descenso a Segunda (2-1), mientras Quique Hernández tuvo un mal debut un año antes, en la temporada 2012-13, en Ponferrada (1-0). Mejor suerte tuvo Miroslav Djukic, quien arrancó su etapa como entrenador del Hércules en Primera con un triunfo en San Sebastián ante la Real Sociedad (1-3) que, sin embargo, no sería suficiente para frenar el descenso.

Tampoco logró ganar en su primer partido tras la destitución de José Bordalás el asturiano Josu Uribe, que empató con el Castellón (0-0) en la temporada 2006-07. Francisco Escudero Paquito, técnico de la casa, sustituyó a Uribe y sí venció en su debut ante el Xerez (2-0).