Claudio Barragán enarbola la bandera de la efectividad en este nuevo Hércules. El nuevo técnico blanquiazul se estrena mañana a las 12:00 en Formentera con la palabra «pretexto» eliminada de su diccionario. «No firmo el empate, nunca me conformo con eso», indicó.

También rehuyó aferrarse a los inconvenientes que envuelven al partido de mañana en el modesto estadio de Sant Francesc, un campo de césped artificial al que el Hércules llegará tras un viaje con escala en Palma de Mallorca, primero; y en Ibiza, después. Una vez en esta última el club dejará a un lado el avión y cogerá un ferry que le deje esta noche, por fin, en Formentera. «No me voy a excusar el domingo en la superficie, quiero que el equipo compita y esté al mismo nivel que el rival», expresó.

El entrenador valenciano hizo un balance positivo de los cuatro días que lleva al frente del Hércules: «Me habían hablado muy bien del grupo y no me ha sorprendido su predisposición al trabajo, es cierto que cuando hay un cambio de técnico la gente está más metida en la tarea, pero esa mentalidad hay que mantenerla siempre».

Claudio volvió a hacer hincapié en la contundencia que necesita el equipo en las dos áreas y destacó que quiere ver a un Hércules «práctico, expeditivo y agresivo». «Esto es Segunda B y tenemos que concienciarnos de ello, en campos como en el del Formentera es muy importante no conceder. Habrá momentos para poder jugar el balón y otros para sufrir y hay que ser mejores en los dos casos», recalcó. Además, Claudio no creyó que el Formentera llegue mañana despistado por su partido de Copa ante el Athletic Club del miércoles: «Nos van a exigir igual».

Chechu, casi descartado

La presencia de Chechu Flores se antoja complicada, ya que todavía se ejercita «con cuidado», según aseguró ayer Claudio. «Es muy importante para nosotros, pero quiero jugadores que estén al 200%, no soy de los que fuerzan a los futbolistas que salen de lesión», concluyó. Quien si parece que regresará al once es Samuel tras su suplencia ante el Peralada. Claudio avisó ayer de que con sólo una semana de entrenamientos «puede jugar cualquiera», pero que apostará por quienes sí ha visto en directo y el central alicantino es el jugador que más conoce de la plantilla y al que más urge recuperar. «Todo será cuestión de ir viendo a la gente que no he visto las veces que he venido», aseguró ayer, en clara alusión al joven Vilanova, inédito hasta el pasado domingo y que anotó un gol decisivo.

Con Nieto y Moha en el dique seco y con Juli en la recta final de su recuperación, las incógnitas se le despejan prácticamente solas a un Claudio que sólo deberá decidir en el centro del campo. Las novedades podrían ser las que probó el jueves en el entrenamiento, con Navarrete y Checa en el doble pivote y con Connor como falso extremo izquierdo, por delante de Paco Peña.

El efecto Tarí

Entre tanta incertidumbre, la racha de la delantera es el oasis al que se aferra Claudio. Al buen momento de Carlos Fernández y Óscar Díaz se suma la efectividad del canterano Tarí, que suma dos goles en sus escasos 126 minutos con el primer equipo. El ariete de 20 años, que ya fue el máximo goleador de la pretemporada con tres tantos, coincidió con el segundo entrenador de Claudio, Ramón Villagordo, en el juvenil del Elche.