Gustavo Siviero se despidió esta mañana del Hércules tras haber sido cesado anoche después del encuentro del Peralada. El técnico argentino lamentó haber jugado todo el curso en un ambiente enrarecido: "Nos mermó haber competido siempre en un clima bastante hostil". "Nunca hubo una comunión muy fuerte con el entorno, no existió paciencia con el futbolista, se le recriminó más que se le aplaudió y eso todos lo percibimos", expresó.

Siviero, no obstante, reconoció marcharse "en paz", tranquilo por su trabajo y "apenado" por no haber sido capaz de llegar al final del proceso. "Nos hemos entregado al cien por cien", indicó.

La plantilla le despidió esta mañana con una sonora ovación en el vestuario. "Me reconforta, es muy gratificante, les agradezco su implicación en el día a día y les deseo lo mejor", concluyó.