En medio de la vorágine instalada en el Hércules desde el primer partido de la temporada, ni un sólo respiro. Ayer, el conjunto blanquiazul sufrió su enésimo varapalo y en el epílogo del entrenamiento matutino, el marroquí Moha hizo un mal gesto y cayó al suelo con las manos en su rodilla derecha, que se le quedó clavada.

El extremo procedente del Barça B se tuvo que retirar de la sesión y abandonó el terreno de juego del campo de atletismo a hombros de varios de sus compañeros con evidentes gestos de dolor. A falta de las pertinentes pruebas médicas, las primeras valoraciones descartaron una lesión de máxima gravedad, pero su presencia en el choque del domingo ante el Peralada (18:00, Rico Pérez) está descartada. Se teme que Moha pueda sufrir un esguince de rodilla que le aleje de los terrenos de juego como mínimo durante dos semanas.

La ausencia del potente extremo de 19 años se suma a las ya conocidas de Juli, convaleciente de una rotura en el sóleo y de una operación de apendicitis; de Miguel Ángel Nieto, con una rotura en el músculo semitendinoso en su inserción con la rodilla derecha; y de Chechu Flores, con un edema en el abductor. Este último entrenó ayer al margen del grupo, pero ya hizo algún ejercicio más explosivo.

Las posibles variantes

La media punta blanquiazul se queda desierta con estas cuatro bajas y Siviero deberá reestructurar un equipo que, pese a tanto traspié, todavía puede mostrar una línea de tres cuartos bastante solvente. La buena labor en la secretaría técnica de Javier Portillo y Carlos Luque ha permitido que el Hércules goce de una profundidad de banquillo insólita en la historia reciente del club.

Por tanto, el técnico argentino podría dirimir el once con la terna Miñano, Óscar Díaz y Gaspar por detrás del ariete Carlos Fernández. Esta versión llevaría al alicantino Miñano a la banda izquierda, posición en la que actuó en varias ocasiones en la etapa de Vicente Mir. La variante obligaría a Siviero a remodelar el centro del campo y cambiar de compañero al dianense Pepelu, que casi con toda seguridad sería el chileno Navarrete.

Otra opción sería la de dar la alternativa a los canteranos Pedja Muñoz o Álvaro Salinas, que hasta el momento no han sido titulares en lo que va de curso, en el flanco derecho del ataque. El primero fue una de las sensaciones del equipo en pretemporada, pero en competición oficial sólo ha jugado 42 minutos, 34 de ellos el pasado fin de semana en Villarreal. Por su parte, Salinas disputó sus primeros minutos del curso también en la Ciudad Deportiva del conjunto «groguet», tras haber superado una lesión que le impidió comenzar la temporada al mismo ritmo que sus compañeros.

Bueso y Vilanova, cara y cruz

La cara amable del Hércules es la del central catalán Pol Bueso, inédito en lo que va de curso por una lesión en el sóleo y que ya ha entrenado con normalidad esta semana. Lo lógico es que ya entre en la convocatoria para el choque contra el Peralada y meta presión a Samuel y Santamaría, algo dubitativos en este mes y medio de competición en el que han jugado íntegramente todos los minutos, los únicos del equipo junto con el guardameta Falcón y el ariete Carlos.

En la otra cara de la moneda, el central catalán Adrià Vilanova, que todavía no se ha enfundado la camiseta blanquiazul ni en competición oficial ni en amistosos. La lesión de Pol Bueso en el inicio de Liga le abrió la puerta a las convocatorias y ha sido parte de la expedición del Hércules en cinco encuentros, pero no ha llegado a debutar. Ahora, con el regreso del zaguero de Moncofa, la presencia de Vilanova se estima todavía más testimonial y podría ser uno de los jugadores que hicieran las maletas en busca de minutos a partir del 1 de enero.