El Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) emplazará al presidente del Hércules, Juan Carlos Ramírez, a que negocie con el procurador la rebaja de los 100.000 euros de gastos notariales que dieron al traste el pasado 27 de septiembre con la transmisión de la mayoría accionarial del club blanquiazul al empresario vasco que lo preside.

Ni Ramírez, ni el club, tenían constancia oficial ayer de los planes del IVF para desbloquear la venta del 88% de los títulos del club que se adjudicó en subasta pública el pasado 20 de septiembre una sociedad del presidente, Kuntajara S.L.U., por 508.150 euros, cuatro más del precio de salida fijado por el banco del Consell.

Precisamente hoy se cumple el plazo de 10 días dado por el dirigente blanquiazul para emprender acciones legales contra el director general del IVF, Manuel Illueca, si no procedía a transmitirle la propiedad de las acciones del Hércules. «La situación no ha cambiado y mis asesores legales tiene claras las instrucciones», se limitó a señalar ayer Ramírez.

La subasta de los títulos se quedó en agua de borrajas el 27 de septiembre cuando Ramírez abandonó con cajas destempladas la notaría de Valencia en la que se iba a proceder el acto de otorgamiento de la escritura de venta.

Momentos antes de la firma, Illueca le comunicó que debía desembolsar 100.000 euros en concepto de gastos notariales del proceso, pero el presidente se negó en redondo a pagarlos por considerar que el importe correspondía a procedimientos distintos y anteriores al de la subasta.

A partir de ese momento, Ramírez e Illueca se enzarzaron en un nuevo cruce de acusaciones. Mientras el director del IVF dijo que el presidente no se había leído las bases de la subasta y se negó a aceptar «la grave irregularidad, e incluso la prevaricación» que supondría exonerarle del pago de los gastos notariales, Ramírez le acusó de mentir y de utilizar el IVF «como un cortijo particular».

En este punto de enconamiento, el Hércules emitió el pasado día 1 un comunicado en el que daba un plazo de 10 días a Illueca para que procediera al otorgamiento de la escritura pública de venta de las acciones. «La actuación personal del señor Illueca no perjudica en última instancia al señor Ramírez personalmente, sino al Hércules», añadía el club.