A perro flaco todo son pulgas. Al decepcionante inicio de temporada que está firmando el Hércules se suma la peor de las noticias: la baja indeterminada de Juli, su hombre más en forma y con mayor implicación sobre el césped.

El mediapunta alcoyano, aquejado de un edema muscular en el sóleo, ya no disputó ningún minuto el sábado ante el Badalona; es más, no entró ni siquiera en la convocatoria y en el palco se le pudo ver cojeando ostensiblemente. La fecha de su regreso no está todavía clara, pero lo que es seguro es que no participará el miércoles contra el Elche en la tercera eliminatoria de la Copa del Rey. Además, su presencia en Zaragoza el domingo en el campo del Ebro (12 horas) es también una quimera.

La baja de Juli llega en el peor momento para el argentino Gustavo Siviero, cuyo Hércules ha arrancado titubeante su cuarto intento consecutivo por regresar a Segunda División. La ausencia del jugador alcoyano ya supuso un quebradero de cabeza para el técnico ante el Badalona, que alineó a José Gaspar en la mediapunta, que cerró una noche verdaderamente aciaga, en la que no participó en ninguna jugada de ataque y que apenas entró en contacto con el balón. No obstante, Siviero elogió en sala de prensa la labor del extremeño, pese a que la afición pitó en más de una ocasión su apatía.

El puzzle herculano llega al derbi bajo mínimos ya que el lugar de Juli no lo podrá ocupar el alicantino José Luis Miñano, que emergió tibiamente ante el Badalona entre la complacencia general, porque se autoexpulsó incomprensiblemente ante el Lorca en la anterior eliminatoria copera. Por ello, el entrenador del Hércules deberá apostar nuevamente por Gaspar o por Óscar Díaz, cualificado para actuar entre líneas pero que todavía no ha demostrado la calidad que atesora. Otra opción podría ser la de centrar a Chechu Flores (máximo goleador del equipo en lo que va de curso con tres goles) y dar entrada a Miguel Ángel Nieto por banda.

Participación clave

La vuelta de Juli se espera con los brazos abiertos en el Hércules, no sólo por su mando y el carácter que contagia al equipo, sino porque su colaboración ofensiva ha sido vital en cinco de los siete goles que lleva el conjunto blanquiazul en lo que va de temporada.

En la primera jornada hizo el gol del empate ante el recién ascendido Olot y en la segunda asistió magistralmente al chileno Nacho Navarrete para ponerse por delante en el marcador de El Collao. En la tercera fecha, en la visita del Sabadell al Rico Pérez, dio el pase previo al penalti que después materializaría Chechu y en el partido de Copa con el Lorca volvió a ver puerta y asistir en la jugada que supuso de nuevo una pena máxima.