Como era de esperar, las 244 entradas que envió el Alcoyano al Hércules para el derbi de hoy volaron en apenas ocho horas. La afición herculana, que tiene el partido de El Collao como uno de los viajes obligatorias de la temporada, se dejará notar una vez más en las gradas del mítico estadio alcoyano. Este número de billetes que la marea blanquiazul agotó durante la jornada del martes será -como ya es habitual- para la grada reservada a la afición visitante, la única que cuenta con accesos y aseos independientes. Es precisamente a ese motivo de seguridad al que se aferra el club local para no ampliar la cantidad de localidades cedidas a los clubes foráneos. No obstante, la limitación de 244 entradas no evitará que el Hércules juegue esta tarde arropado por una afición ilusionada, pese al traspié del debut ante el Olot el pasado fin de semana. La solución a la escasa capacidad de la grada visitante es sencilla y ya se ha convertido en costumbre: acudir a la taquilla de El Collao y comprar entradas para otra grada. El Alcoyano las pone a la venta a las 18:30, una hora antes del partido y su precio oscila entre los 15 euros para los fondos y los 20 para los laterales. Además, la opción de presenciar el derbi en tribuna cuesta 25 euros y los aficionados hasta 16 años sólo pagan cinco.

El Hércules lanzó a la venta las entradas por 15 euros (mismo precio que se encontrará la afición del Alcoyano en la segunda vuelta de liga) y otra opción por 20 con autobús incluido. Esta última opción tuvo una gran acogida y finalmente serán dos los autobuses que vayan a Alcoy repletos de aficionados alicantinos. A pesar de que es innegable que el derbi supone en Alcoy un revuelo único durante el año, El Collao no se ha llenado en las últimas visitas y se espera unos tres cuartos de entrada.

Un derbi lleno de anécdotas

Hércules y Alcoyano se han visto las caras prácticamente desde su fundación y sus enfrentamientos son todo un pozo sin fin de anécdotas e historias del fútbol alicantino. Como la que ocurrió en el derbi del 6 de octubre de 1929, en el que se produjo la primera sustitución de un portero en un partido de la provincia, cuando el herculano Jover se lesionó en un lance del partido.