El Hércules de Siviero continúa perfilando su plantilla a una semana del debut liguero. La secretaría técnica liderada por Javier Portillo tiene atadas las cesiones por una temporada de Adrià Vilanova y Moha Ezzarfani, procedentes del Barcelona B, de Segunda División.

El primero, hijo del malogrado Tito Vilanova, es un defensa central diestro de 20 años con poco rodaje en el fútbol profesional y al que Gerard López ha cerrado las puertas del filial culé. La temporada pasada sólo disputó un partido con el Barça B, con el que terminó ascendiendo a Segunda. La idea que tenía el club blaugrana era que disputara la 17/18 en el tercer equipo culé, que finalmente no verá la luz por temas jurídicos, ya que pretendían comprar una plaza en la división de bronce.

Adrià Vilanova, que no ha disputado un solo minuto en la pretemporada, sería el cuarto central del Hércules de Siviero, que ya cuenta con Samuel Llorca y los zurdos Pol Bueso y Mikel Santamaría.

Por su parte, Moha Ezzarfani (de 19 años) sale de La Masía solo un mes después de llegar procedente del Badalona, con quien compitió el curso pasado en Segunda B. El extremo diestro nacido en Marruecos, al que gusta arrancar desde la izquierda, jugó 26 partidos en la 16/17 (ninguno de ellos contra el Hércules) y anotó dos goles y suma una trayectoria meteórica, ya que el Badalona lo fichó hace una temporada del juvenil del Damm barcelonés. El Barça le busca salida al ser extracomunitario, pese a haber participado en 4 de los 6 amistosos del filial.

20 fichas

Con las llegadas de Moha y Vilanova el Hércules contaría con 20 fichas: las 16 profesionales más 4 sub23 (los nuevos fichajes se unirían a Buigues y Salinas). El club, al que aún le quedarían dos licencias sub23, potencia así una opción que descuidó en el pasado.