El Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) vuelve a frenar la convocatoria de la subasta del Hércules y a poner en peligro el futuro de la entidad blanquiazul. Illueca, director general del organismo valenciano, no parece dispuesto a poner las cosas fáciles al club alicantino y se niega a realizar la convocatoria. En esta ocasión, exige la liquidación definitiva de Aligestión, empresa fiadora de la Fundación del Hércules CF en la deuda que mantiene con el IVF. La finalidad del IVF con esta cuestión no es otra que saber como acreeedor ordinario (una vez descontados los pagos a los preferenciales) la cantidad exacta del crédito a subastar de la Fundación Hércules Club. Según fuentes del propio club blanquiazul, «algo que puede conseguir con sólo hablar con el administrador concursal». En otras palabras, el IVF quiere cobrar primero de Aligestión para saber lo que queda y saber la cantidad exacta a subastar.

Las mismas fuentes precisaron además que Aligestión está «prácticamente» liquidada y que tan sólo quedan unos pequeños detalles, dejando claro que Illueca lo tiene todo para poder efectuar la convocatoria de la subasta y evitar que el proceso se prolonga hasta septiembre como todo hace indicar. Además, el tiempo juega en contra del Hércules, ya que, aunque llegó a alcanzar un principio de acuerdo con Hacienda, no habrá nada firmado hasta que Ramírez se haga con la mayoría accionarial de la entidad al tiempo que el embargo prosigue.

Juan Carlos Ramírez, presidente del Hércules, es el máximo interesado en acudir a la subasta cuyo precio de salida es de 597.000 euros, una cifra sensiblemente superior a la que tenía intención de desembolsar el empresario vasco. En cualquier caso, su voluntad de acudir es firme pese a los múltiples problemas que está poniendo el IVF.

El Hércules tiene previsto emitir a hoy una nota oficial sobre el nuevo freno en la convocatoria de la subasta en el que se insta al Instituto Valenciano de Finanzas a desbloquear la situación para poder seguir con la vida normal de la entidad.