El Hércules de Gustavo Siviero echó a andar ayer en Los Arcos con una victoria en el amistoso disputado contra el Orihuela, de Tercera División.

El técnico argentino diseñó en su debut un 4-3-3 con Checa como pivote y flanqueado por José Gaspar y Javi Flores como interiores. El canterano Salinas, que gusta al nuevo entrenador como referencia única en ataque, fue el elegido para ocupar por primera vez el puesto de delantero en la 17/18 tras las molestias musculares de Berrocal. El ariete vio el partido desde la grada junto a Chechu, que arrastraba un leve esguince de tobillo.

El Orihuela, plagado de exherculanos como Rafita, Luis Carlos, Brian, Sirera o Benja, comandó los primeros envites de un encuentro que llegó al descanso con ventaja del conjunto local. Los escorpiones, que alternaron el dominio con los blanquiazules en los primeros 45 minutos, hicieron su único picotazo a la media hora del encuentro por medio de Antonio, tras un fallo en la salida de balón. El balón besó las mallas de Iván Buigues tras rebotar en la escuadra, primero; y en la espalda del portero herculano, después.

En el primer tramo de partido pudo verse la seguridad aérea que tiene el Hércules en las dos áreas con la llegada de Samuel y Santamaría. Un remate del alicantino en un falta lateral fue la ocasión más peligrosa de unos blanquiazules que todavía tienen que engrasar de tres cuartos para arriba.

Fin a fantasmas del pasado

En la segunda parte, el Hércules sacó un nuevo once, con más canteranos y con los otros dos nuevos fichajes del verano, Falcón y Juanjo. El primero poco trabajo tuvo tras la reanudación y de una bonita arrancada del segundo se culminó la remontada. El empate lo había firmado el joven Tarí, que ya marcó en su debut oficial con el primer equipo en Liga hace unos meses.

Dos pinceladas del alicantino Miñano en la segunda parte bastaron para olvidar fantasmas pasados: la inoperancia para remontar partidos de anteriores etapas y la maldición de Los Arcos, donde el Hércules había caído en sus tres últimas visitas estivales, con Tevenet, Herrero y Quique Hernández.

El empate lo inventó Miñano con un pase de cuchara a la espalda de la defensa oriolana, al más puro estilo Laudrup, que culminó Tarí en el mano a mano. El gol de la victoria volvió a salir de la pierna diestra del centrocampista alicantino tras ejecutar con maestría una falta realizada sobre Juanjo.

Hacerse fuertes desde la parte de atrás, el sello que quiere impregnar Siviero, quedó más patente en los segundos 45 minutos, en los que Falcón apenas tuvo que intervenir. Sea como fuere, el Hércules, que estrenó equipación y dorsales blancos, acusó la habitual carga de trabajo que acumula en pretemporada.

Al estreno del nuevo proyecto blanquiazul acudió el presidente Juan Carlos Ramírez, que estuvo acompañado de Javier Portillo y Carlos Luque. El viernes en Cieza será la segunda prueba de una plantilla que retoma los entrenamientos mañana.