Por primera vez en muchos años, el grupo cuenta con los mismos equipos valencianos que catalanes (7) y también se duplican los viajes a las Islas Baleares ya que entran en liza, además del Mallorca y el Atlético Baleares, el Formentera y el Poblense o el Santa Eulalia. La Federación debe decidir cuál de estos dos ocupa la vacante dejada por el Mallorca B, que descendió a Tercera tras la pérdida de categoría del primer equipo bermellón.

Aunque el nivel competitivo no se podrá pulsar hasta que arranque la Liga, a priori parece mayor que el curso pasado ya que a los históricos Elche y Mallorca (que cuentan con ayuda económica por el descenso), se unen filiales como el Mestalla y el Villarreal B en el objetivo común del ascenso. También en esta nómina se debe incluir al Alcoyano y al Atlético Baleares, que han disputado recientemente la promoción. Además, el Sabadell, otro clásico de la categoría de bronce, también tiene entre manos un proyecto de altos vuelos y para su banquillo ha contratado al exalcoyanista Toni Seligrat, uno de los entrenadores más cotizados.

Aunque la composición de los grupos no es oficial hasta que la Federación los confirme, todo parece indicar que el III quedará completo con la inclusión de los dos equipos aragoneses Ebro y Aragón, este último filial del Zaragoza. El Ebro ya compitió el curso pasado junto a valencianos, catalanes y baleares y no hay motivo para que no lo siga haciendo. Uno de sus primeros fichajes ha sido el delantero exherculano David Mainz.

Por último, los tres equipos de la provincia ven con buenos ojos el ascenso del Ontinyent, ya que se trata de un duelo de proximidad, lo que siempre supone un aliciente para la afición. Pero sobre todo celebran que el Barcelona B haya ascendido a Segunda ya que la pasada campaña dominó con puño de hierro la liga regular. El club azulgrana negocia ahora la compra del Llagostera o el Gavà para competir en este grupo como Barcelona C.