Hacienda recibió la última propuesta del Hércules hace más de dos semanas. En las oficinas del Rico Pérez se sigue esperando una respuesta por parte de la Agencia Tributaria. Mientras, pasan los días y la planificación deportiva del conjunto blanquiazul para la próximo campaña se resiente. Hace ya cuatro semanas que el equipo disputó su último partido de Liga en Cornellà y todavía no se ha podido cerrar ningún movimiento. El club no ha anunciado el nombre del entrenador que sustituirá a Carlos Luque Carlos Luqueen el banquillo, Dani Barroso no tiene recambio en la comisión deportiva, las renovaciones de los jugadores que interesan están en el aire y los fichajes no se pueden amarrar.

Una de las mayores preocupaciones deportivas a día de hoy en el Hércules es la de encontrar un entrenador. El elegido por el director deportivo, Javier Portillo, es el extécnico del filial del Villarreal, Paco López. «Si no viene, no será por mi culpa», aseguró la semana pasada el madrileño, temeroso de que al antiguo jugador blanquiazul le acabara llegando una oferta más apetecible, sobre todo de algún club de Segunda División como el recién ascendido Lorca. El plan B que maneja el madrileño es Gustavo Siviero. El problema con el argentino es que, mientras en el Rico Pérez están atados de pies y manos, el Mallorca trabaja firmemente en su incorporación.

Más allá del banquillo, otro de los grandes problemas que tiene el Hércules en estos momentos en materia deportiva es que tampoco puede cerrar el fichaje de ningún jugador. El punto de partida de Portillo pasa por la contratación de, al menos, ochos futbolistas, que vendrían a fortalecer todas las líneas de un equipo que no ha sido capaz de clasificarse ni siquiera para disputar la promoción de ascenso.

El Hércules quiere fichar casi a una decena de futbolistas profesionales y renovar a tres o cuatro de los jugadores que han formado parte de su última plantilla. Ante el bloqueo que padece el club, no se puede avanzar en ninguno de los dos sentidos. En paralelo a todo esto, los técnicos de la casa siguen observando el transcurso de los play off de ascenso, sabedores de que el gran caladero debe ser el de los mejores clubes que compiten en la categoría de bronce.

Algunos de los objetivos que persigue el Hércules en este mercado de fichajes ya han salido a la luz, como son los casos del meta Ismael Falcón o el punta Carlos López. Portillo quiere cerrar sus fichajes pero el atasco institucional le impide avanzar.

El caso del delantero alicantino, que la última temporada ha jugado en el Villarreal B, es especial significativo. El Hércules quiere ficharle y el jugador, formado en la cantera, está deseando regresar al club de su tierra. La inacción que provoca la falta de respuesta de la Agencia Tributaria impide que se alcance un acuerdo querido por ambas partes y puede derivar en que el futblista acabe aceptando otra de las propuestas que tiene.

Este escenario provoca que, un mes después de haber acabado la Liga, el Hércules todavía no tenga entrenador, Portillo siga sin un asesor técnico que le ayude de manera oficial, ningún fichaje se haya cerrado y las negociaciones para renovar contratos no puedan llegar a buen puerto.