«Esto es insostenible, así no podemos seguir». Esta es la frase más repetida en las oficinas del Rico Pérez, donde cada vez queda menos personal y el trabajo se acumula sin que nadie pueda mover un dedo porque el club está bloqueado. Con las cuentas embargadas por la deuda de 4,3 millones con Hacienda, el nuevo presidente Juan Carlos Ramírez envió hace más de dos semanas una última propuesta que ni siquiera ha sido contestada, algo que sorprende y molesta a partes iguales. Las anteriores ofertas fueron rechazadas en cuestión de horas y esta última ha obtenido la callada por respuesta en unas fechas especialmente delicadas para un club de fútbol, que tiene que construir un nuevo proyecto tras el fracaso del anterior.

Ramírez regresa a Alicante este fin de semana tras varios días fuera y el lunes o el martes tiene previsto ponerse en contacto con Soledad García, directora de Recaudación, para obtener una respuesta, «ya sea para bien o para mal». Otra cosa es que lo consiga, ya que esta funcionaria se niega a reunirse con él ni con nadie del Hércules. El último cónclave tuvo lugar en noviembre y García le dejó claro al expresidente Carlos Parodi que reclamaba el pago o el aval bancario de los 4,3 millones.

En su última propuesta, el club del Rico Pérez ofrece el pago inmediato de 2 millones de euros y el resto (2,3) con garantías urbanas. Hacienda en principio no ve con buenos ojos este tipo de avales que sí se consideran «reales» y están recogidos en el Reglamento General de Recaudación.

Ramírez reiteró hace varias semanas que el Hércules se verá abocado a la liquidación si la Agencia Tributaria no acepta esta oferta «definitiva» y el dirigente considera también fundamental que el fisco acepte el pago fraccionado de la posible sanción de Bruselas, que asciende a casi 7 millones, por recibir ayudas ilegales de estado con condiciones fuera de mercado. El Hércules se compromete a saldar esta deuda en seis años siempre que milite en Segunda o en Primera, ya que en Segunda B no hay ingresos y Ramírez insiste en que es «inviable» devolver esta cantidad. Este mismo problema lo tienen también el Elche y el Valencia, que deben 4 y 21 millones, respectivamente.

Especialmente angustiado está el secretario técnico Javier Portillo, que lleva casi un mes atado de pies y manos. Con las cuentas embargadas no puede realizar ningún fichaje ni cerrar renovaciones, por lo que sólo puede alcanzar acuerdos verbales condicionados a la supervivencia del club. El acuerdo con Paco López para que ocupe el banquillo es total, pero el valenciano también está en la agenda del recién ascendido Lorca. Al técnico le ilusiona regresar al Rico Pérez como entrenador (fue jugador blanquiazul en la década de los 90) pero no puede esperar eternamente y tiene ya sobre la mesa ofertas interesantes de Segunda B.

En el capítulo de jugadores, la tarea que debe realizar Portillo es importante ya que el equipo será prácticamente nuevo. Al margen de las renovaciones pendientes de Peña, Chechu Flores y Miñano. algunas primeras opciones ya se le han escapado al Hércules, como el extremo Kike Márquez, que ha marcado 14 goles con el Marbella y jugará el curso que viene en el Extremadura, club que va a realizar una gran inversión.