El Senado Herculano, la peña blanquiazul con los aficionados más veteranos, rindió ayer un merecido homenaje a Paco González, utillero y masajista del Hércules durante las cuatro últimas décadas, recientemente jubilado. Al acto asistieron una treintena de seguidores con muchos años de sufrimiento y disfrute a sus espaldas y algunas caras conocidas como la del entrenador Quique Hernández, quien destacó la imprescindible labor realizada por esta saga desde tiempos remotos.

Para hacerse una idea de la importancia de los González en la historia del club alicantino, basta recordar un par de reflexiones del legendario Carmelo Héctor Giulianio y del técnico Carlos Granero. El primero siempre ha defendido que los González deberían tener «un monumento en la puerta del Rico Pérez», mientras que el preparador valenciano afirmó, en su etapa como inquilino del banquillo blanquiazul: «El Hércules mantiene el sabor a Primera cuando uno se detiene a observar el trabajo de los González».

Manolo, padre de Paco y Manolo, fue conserje, utillero y masajista en los desaparecidos campos de Bardín y La Viña, y su mujer lavaba la ropa de los futbolistas. La infancia de Paco y Manolo (hijo) transcurrió entre botas y césped y, como no podía ser de otra manera, ambos dieron continuidad a la saga, ejerciendo de encargados del material independientemente de los cambios en la directiva.

Con una educación extraordinaria, conocen los secretos mejor guardados del club y se ganaron el cariño de multitud de futbolistas, técnicos y dirigentes. «Grandes personas y herculanos cien por cien, trabajadores así son los que hacen grande ese maravilloso club», afirmaba ayer el portero Juan Calatayud, que ahora disputra la promoción de ascenso a Segunda B con el equipo de su pueblo, Antequera.

En el sencillo pero emotivo homenaje tributado ayer por el Senado en un restaurante de San Blas, Paco se emocionó al recordar al fallecido Humberto Núñez, «un buen amigo» y una persona extraordinaria. El exempleado blanquiazul destacó la figura de los expresidentes Rico Pérez y Aniceto Benito, y de los extécnicos Arsenio Iglesias y Quique Hernández, presente en el acto.

Poco acostumbrado a reconocimientos y homenajes, el día de ayer era de emociones fuertes y Paco estuvo arropado por su mujer Mariló Marín. Manolo y Paco ya están jubilados y la saga blanquiazul parecía que iba a continuar con Manu (hijo del primero), quien finalmente se decantó por los estudios.

El Senado Herculano ya homenajeó hace dos temporadas a Manolo tras desvincularse del Hércules y las peñas, con el fallecido Pepe Alcaraz a la cabeza, le rindieron después un homenaje muy sentido con numerosos exjugadores en el pabellón Vicente Crespo.