El primer partido de Juan Carlos Ramírez como presidente del Hércules contó con la peor entrada de la temporada, algo lógico tras la mala campaña protagonizada por los blanquiazules y por el hecho de no haber apenas nada en juego. Lo único en disputa para los alicantinos era certificar su presencia en la próxima edición de la Copa, objetivo que se logró con la tempranera goleada contra el filial del Mallorca, con tres dianas en apenas un cuarto de hora. Un alivio menor que evita que el equipo tenga que jugársela la próxima jornada en Cornellà, como reconoció después el propio Carlos Luque.

Al igual que sucedió en el derbi de hace quince días contra el Alcoyano, la grada del Rico Pérez estuvo muy poco poblada. Apenas 1.500 fieles asistieron al estadio para despedir al Hércules hasta agosto, al no haber conseguido el equipo clasificarse para la promoción. Quien sí acudió al palco fue el ya expresidente Carlos Parodi. Estuvo presente en la zona noble, en la que Ramírez estrenó el sillón presidencial. Mucho trabajo tiene por delante el empresario vasco, tanto en el terreno institucional como en el deportivo, en el que tendrá que confeccionar una nueva plantilla junto a un Javier Portillo que vio el partido sin Dani Barroso después de haber sido inseparables durante el último año y medio.

En el plano institucional, los primeros deberes de Ramírez serán los de resolver los problemas del Hércules con Hacienda y poner en marcha una futura ampliación de capital, como anunció personalmente en la rueda de prensa que ofreció el viernes. En materia deportiva, antes de construir la nueva plantilla, el presidente y Portillo tendrán que elegir quiénes serán el entrenador y el integrante de la comisión deportiva del proyecto de la próxima temporada. Uno de los candidatos con más opciones, Paco López, sufrió ayer un duro revés con la derrota del Villarreal B como local frente al Baleares.

La afición del Hércules se sorprendió de la contundencia que mostraron los blanquiazules en los compases iniciales del duelo, en los que dejaron una descarga de tres goles. Muchos se mostraron incrédulos y consternados ante lo que estaban viendo. Hubo quien se enfadó por este tardío despertar con dos triunfos seguidos aunque fueron más los que se lo tomaron con guasa. Sobre todo llamó la atención el acierto goleador de Jesús Berrocal. Al ariete le sobró con la primera parte para marcar más goles que en el resto de la temporada. Tras su triplete se le vio abandonar el Rico Pérez con el balón firmado por sus compañeros.

La segunda parte no tuvo historia y el Hércules no quiso hacer más sangre ante un Mallorca B que se mostró frágil. En agosto volverá el fútbol al Rico Pérez.