Con jugadores como Chechu Flores el DNI cuenta poco. No importa que ya haya cumplido los 35 años. El domingo volvió a demostrar que es el líder del Hércules en el terreno de juego y que es de los pocos que nunca se esconde. Su atrevimiento hace que esté más cerca del gol que ninguno de sus compañeros. Este año se han visto dos equipos, uno ganador con él en el césped y otro sin alma y perdedor cuando las lesiones le han obligado a ver los partidos desde la grada.

Por estos motivos, pese a su edad, se ha ganado el derecho a seguir en el Hércules. De los once jugadores que acaban contrato en junio, es uno de los casos más claros de renovación merecida. Chechu no puede salir del Hércules con el sabor amargo que ha dejado esta nefasta temporada. Merece una nueva oportunidad para luchar por el ascenso como blanquiazul y sacarse, de una vez por todas, la espina que se le quedó clavada tras el arbitraje de Sánchez Laso en el Carranza.