Enrique Ortiz y Juan Carlos Ramírez, empresarios que manejan los hilos del Hércules y que aspiran a adquirir el 85% de las acciones del club en cuanto salgan a subasta pública, han ofrecido la presidencia de honor de la entidad a Valentín Botella. Actual vicepresidente y consejero, el próximo viernes dimitirá de todos sus cargos, al igual que Carlos Parodi y Paco Méndez, para dejar paso a Ramírez y a su personal de confianza.

Botella, de 67 años, llegó al Hércules en 2003 de la mano de Enrique Ortiz y a los pocos meses celebró el ascenso a Segunda División tras superar las eliminatorias ante el Ceuta y el Alcalá. Ocupó la presidencia del club desde 2005 hasta 2012, cuando llegó Jesús García Pitarch y posteriormente Carlos Parodi. El empresario oriolano ha ocupado los últimos años el sillón de vicepresidente y también se ha mantenido como consejero. Asimismo, en las 10 últimas campañas ha ejercido de vocal de la Federación Española de Fútbol con Ángel María Villar, cargo que ha dejado de desempeñar debido a la convocatoria de elecciones en este organismo.

Botella se mostró ayer «agradecido y orgulloso» del reconocimiento, pero aseguró que todavía no ha tomado una decisión. «Enrique (Ortiz) me lo comentó hace ya casi dos meses y Ramírez me lo volvió a decir este miércoles. No puedo negar que me hace ilusión seguir representando al Hércules como llevo haciendo desde hace 12 años, pero prefiero esperar unos días antes de tomar una decisión», asegura el vicepresidente blanquiazul.

Botella dejará pasar unas semanas a la espera de que se aclare el panorama institucional, dividido en varios frentes.

El próximo viernes tendrá lugar la reunión del consejo de administración de la entidad blanquiazul en el que quedará de manifiesto el cambio de poder, ya que todo parece indicar que Ramírez asumirá la presidencia en lugar de Parodi, quien se despidió el miércoles, entre lágrimas, del club al que llegó como director general en 2009.Por otro lado, Ortiz y Ramírez siguen muy pendientes del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF), que debe dar a conocer en breve la fecha de la subasta del 85% de las acciones del Hércules. Los dirigentes mantienen que hay un pacto por el que ambos adquirirán la mayoría de títulos por 300.000 euros, extremo que confirma a pies juntillas el alcalde Gabriel Echávarri y del que reniega públicamente el director del IVF Manuel Illueca. El máximo representante del banco del Consell insiste en que se trata de una subasta pública y que no se puede llegar a ningún tipo de acuerdo previo, al tiempo que invita a los empresarios alicantinos a pujar en la subasta y propiciar un cambio de poder en el club, algo altamente improbable debido a la delicadísima situación económica.

El Hércules debe hacer frente a su deuda de unos cuatro millones de Hacienda y es probable que también deba devolver siete millones al Consell si finalmente Bruselas le condena por recibir ayudas ilegales del Estado.