Tras la confirmación al Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) de la propiedad del Rico Pérez y el 15% de las acciones del Hércules, el estadio regresa ahora a la titularidad pública, en esta ocasión en manos del banco del Consell. No se trata de una situación novedosa para el inmueble, que entre los años 1994 y 2007 perteneció al Ayuntamiento de Alicante. Cerca de cumplir 43 años, lo hará en agosto, el Rico Pérez ya ha tenido cuatro propietarios: el club blanquiazul, el Ayuntamiento, la sociedad Aligestión Integral y, ahora, el IVF.

La historia refleja que el estadio alicantino ha pertenecido más tiempo a otros propietarios que al propio Hércules. La entidad blanquiazul ha estado al frente durante 20 años, los que trascurrieron entre su inauguración, el 4 de agosto de 1974, y 1994. En aquellas dos décadas vivió uno de sus momentos más importantes al ser designado como una de las sedes del Mundial de 1982, que acogió España.

En 1994 fue comprado por el Ayuntamiento de Alicante en una etapa en la que el Hércules atravesaba un momento muy delicado a nivel económico. Después de trece años perteneciendo al consistorio alicantino, el 11 de mayo de 2007 pasó a ser de nuevo de manos privadas tras la firma de un contrato de compraventa por parte de Aligestión Integral, cuyo máximo accionista era Enrique Ortiz. El empresario alicantino lo era a su vez de la entidad blanquiazul. Su sociedad fue la única que mostró interés por hacerse con el estadio.

Ahora el Rico Pérez ha pasado a manos del IVF después de que Aligestión entrara en liquidación. El banco del Consell ganó en febrero la subasta por el inmueble deportivo con una última oferta de 3,75 millones, superando en la puja a final al empresario Juan Carlos Ramírez.