Del centenar de herculanos que viajaron ayer a Buñol para dar aliento a su equipo, uno de ellos lo hacía de manera especial, con los ojos bien abiertos y empapándose de un ambiente que, muy a su pesar, sólo puede vivir cada dos o tres años. Se trata de Stuart Matthews, nacido en Alicate pero instalado en Londres desde los cuatro años. Aún así tiene inoculado el virus herculano y cada vez que su economía y su agenda se lo permiten, se desplaza hasta España para seguir en directo algún partido. El último fue el Ilicitano-Hércules disputado en el Martínez Valero hace ya tres temporadas, la primera del conjunto blanquiazul en Segunda B.

El mayor de los Matthews, su hermano Richard también es herculano, pertenece a Scotland Yard, la policía de Londres, y cada domingo buscan en Internet el resultado de su equipo. «Ahora todo es mucho más fácil con las nuevas tecnologías, antes teníamos que encargar un ejemplar del diario INFORMACIÓN para ver qué había pasado. Lo que no ha cambiado es nuestra pasión, somos herculanos en la distancia y ojalá pudiéramos venir más».

Esta vez viajó junto a su mujer, que se estrenaba como seguidora herculana. «Hemos alquilado una casa en Valenciano durante unos días y lo tenía todo calculado para ver a mi Hércules. La única pena que tengo es que en Londres estoy de mudanzas y no he encontrado por ningún lado mi camiseta blanquiazul», afirmó con pesadumbre. «Sé que la temporada no ha sido muy buena pero mientras hay vida, hay esperanza. Después de tantas derrotas (13) es increíble tener todavía posibilidades de jugar la promoción, ojalá lo consigamos», añadió el hermano mayor de los Matthews.

Por último, lamentó la inesperada derrota: «Era talismán para el Hércules, siempre ganábamos. Ahora hay que seguir luchando en estas cinco jornadas porque todo puede pasar. Seguiré atento desde Londres cómo acaba la temporada porque hay que salir de Segunda B cuanto antes», concluyó Matthews, que sufrió como uno más junto al centenar de aficionados blanquiazules que acudieron a Buñol y presenciaron la derrota número 13 de su equipo.