El último intento a la desesperada del Hércules para evitar su liquidación tampoco tiene visos de prosperar. Con el agua al cuello y el plazo a punto de expirar, el club blanquiazul alcanzó ayer un principio de acuerdo con Hacienda para saldar su deuda de 4,4 millones de euros, si bien condicionó el pago de la misma a que el Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) le garantice la propiedad a coste cero de la mayoría accionarial, «que no tiene ningún valor», y cuyo crédito está en poder del banco del Consell. Sin embargo, el IVF se mantuvo firme en su postura, rechazó de plano la posibilidad de entregar «gratis total» ese crédito por el 72% de las acciones embargadas a la Fundación Hércules e insistió en que subastará todo el paquete accionarial.

El Hércules aseguró ayer tarde que la posibilidad de acuerdo con Hacienda estaba «más cerca» después de que la Agencia Tributaria respondiera a la propuesta del club blanquiazul con unas condiciones de pago menos severas que las del actual convenio singular, en vigor desde enero de 2013.

En síntesis, el nuevo plan de pagos propuesto ayer por el fisco contempla el abono inmediato de 560.000 euros por el impago de las cuotas mensuales no devengadas desde septiembre, una duración del convenio de cuatro años con una cuota mensual de 42.000 euros (480.000 al año) -la mitad de las cantidades actuales- durante los dos primeros años. En la tercera anualidad se debería pagar el 50% de la deuda pendiente y en el cuarto, liquidación total.

Aunque con algún matiz, el club blanquiazul considera asumibles estas condiciones con Hacienda, pero quiere hacer entrar en la ecuación al IVF y condiciona la aceptación del nuevo plan de pagos a que el Instituto de Finanzas le garantice a coste cero la propiedad de las acciones que controla el banco del Consell. En el fondo, los empresarios que dirigen el club, el apoderado Juan Carlos Ramírez y Enrique Ortiz, pretenden garantizarse el control de la entidad para blindar sus aportaciones dinerarias ante el posible interés de un tercero por el Hércules, una posibilidad harto improbable en el caso de esta sociedad deportiva plagada de deudas y con el equipo en Segunda B.

En este punto, el club alicantino sostiene que el IVF es ahora un «escollo mayor aún que el de Hacienda» para su viabilidad «porque exige el pago de cinco millones de euros por unas acciones que tienen un valor cero», explicaron ayer fuentes de la directiva blanquiazul. «Nadie va a poner dinero para un club del que no es propietario», recalcaron en la misma línea que el pasado domingo domingo.

El Hércules volvió a remitirse como posible vía de salida a su anterior propuesta de «operación acordeón» sobre el accionariado del club, es decir que el IVF autorice una reducción de capital y posterior ampliación para minorar el peso de las acciones de la Fundación que controla el Instituto.

Si, como indica el propio IVF, la postura del Hércules se topa con el rechazo del Instituto de Finanzas, la liquidación del club será inminente, «a pesar de que hay personas dispuestas a seguir tirando del carro del club en la Segunda B hasta que se pueda conseguir el ascenso», indicaron en la entidad.