Más allá de su talento para jugar a fútbol, que es indudable, Chechu Flores transmite coraje a sus compañeros y su regreso también sirvió para devolver algo de fe a una grada del Rico Pérez que ha vivido muchos sinsabores durante los últimos tiempos. Huérfana del extremo desde que se lesionara contra el Gavà, en un partido en el que tuvo tiempo para dejar un buen gol, su vuelta a los terrenos de juego permite abrir una puerta para la esperanza. Los aficionados blanquiazules creen hoy un poco más que ayer en que es factible acabar la temporada entre los cuatro primeros temporada , por mucho que el objetivo todavía se encuentr a seis puntos de distancia.
Que Chechu Flores no está al 100% es una evidencia. También es algo obvio en un hombre que apenas ha podido jugar durante este 2017. Eso no le impide pedir todos los balones y no esconderse en ningún momento, dar siempre la cara por el Hércules. Su valentía acaba contagiándose entre sus compañeros y ese sentimiento termina por calar en una grada que reconoció su encomiable esfuerzo con una gran ovación después de que Carlos Luque decidiera sustituirle por Omgba tras la llegada del 2-0.
El propio entrenador aplaudió la labor de Chechu Flores en su rueda de prensa posterior al encuentro. «Es un futbolista especial para nosotros. Es un tío genial dentro y fuera del campo, una persona positiva que siempre suma. Su presencia cambia los partidos. Cualquier otro jugador hubiera pedido el cambio diez minutos antes pero el tiene la facultad de exprimir su físico al máximo», declaró el nuevo técnico del equipo blanquiazul.
Si para Chechu Flores fue un día especial por su vuelta a los terrenos de juego después de pasar mucho tiempo lesionado, también lo fue para Luque. El valenciano vivió su estreno en el Rico Pérez tras el empate de la pasada jornada en el Prat (1-1) y consiguió su primera victoria. Hombre de fuerte personalidad, se le vio muy implicado durante todo el encuentro para dar instrucciones a sus jugadores sobre la marcha. En el tramo final del encuentro, con el Hércules sufriendo por la estrechez en el marcador y el colegiado decidiendo dar 6 minutos de tiempo añadido, se giró hacia la grada para pedir unos últimos gritos de apoyo.
Los que en esta ocasión no animaron al Hércules en el Rico Pérez fueron los integrantes de la peña Curva Sur, incondicionales hasta ayer en la esquina que hunde el fondo norte con la grada de preferente. Contra el Espanyol B se echaron en falta sus ánimos en un momento crítico de la temporada. A falta de ellos, el herculanismo abraza el liderazgo de Chechu Flores y la energía de Luque para seguir creyendo en el objetivo de alcanzar el play off.
