Carlos Luque (Valencia, 1975) ya ha pasado la página de su amargo debut ante el Prat, penúltimo clasificado, saldado con un pobre reparto de puntos (1-1) gracias a un cabezazo de Fernando Román en el minuto 95. El nuevo técnico del Hércules cogió la semana pasada las riendas de un equipo hundido anímicamente que en las siete últimas jornadas sólo ha sido capaz de ganar al desahuciado Eldense. Luque, que estaba al frente del filial de Preferente, quiere aprovechar la primera gran oportunidad de su carrera y está convencido de que una victoria ante el Espanyol B (domingo a las 18.00 en el Rico Pérez) daría un giro de 180 grados a esta preocupante dinámica. Tiene claro que ahora le toca a los jugadores dar el do de pecho y por eso apostará de inicio este fin de semana por pesos pesados como Nieto o Chechu Flores.

¿Cómo va de ánimos tras su decepcionante debut ante el Prat (1-1)?

Ya bien, todas las semanas son parecidas cuando hay un mal resultado. Cinco minutos después del partido estás hundido, el lunes tienes malas sensaciones, el martes coges fuerzas y el miércoles ya estás con los cinco sentidos puestos para preparar el próximo partido. Ahora tengo mucha ilusión de que llegue el domingo (en el Rico Pérez ante el Espanyol B a las 17.00), ojalá pudiéramos jugar mañana y quitarnos el mal sabor de boca. El domingo toca dar una alegría a nuestra afición y a nosotros mismos, que estamos trabajando mucho.

¿También ve a los protagonistas, los jugadores, con esa misma ilusión?

Sí, por supuesto, nuestro gran problema es que no llegan los resultados, no la falta de ilusión. La actitud y la manera de entrenar son fabulosas, ya lo eran con Tevenet, no es algo que haya cambiado yo. El domingo vamos a ganar para enderezar el rumbo, todos estamos convencidos de que va a ser así.

Usted defiende que hay buena actitud y también nivel. ¿Dónde está el problema? ¿Están bloqueados o presionados?

Eso del bloqueo y de la presión son excusas que se buscan. Cuando las cosas no van bien se recurre al diccionario para encontrar la palabra adecuada... Sí es cierto que al equipo le ha faltado ese sacrificio que es necesario cuando los partidos se ponen mal. Todo eso es más fácil de mejorar a través de la victoria.

Desde fuera da la sensación en algunas fases de los partidos de que los jugadores bajan los brazos. Sin ir más lejos ante el Prat...

Entiendo que mucha gente lo vea así. Contra el Prat salimos muy enchufados, llevamos el peso del partido y tuvimos una ocasión clara para marcar el 1-0, pero resulta que el rival te marca de penalti sin generar peligro. Ahí aparecen viejos fantasmas, pero también es cierto que los últimos 25 minutos los acabamos en el área rival. El gol llegó en el descuento pero pudo llegar mucho antes y estoy seguro de que nos hubiéramos traído la victoria. Es cierto que el equipo pasó un bajón pero tiramos de casta.

¿Cree que todos esos fantasmas de los que habla desaparecerán con una victoria?

Estoy seguro, tenemos todos los mimbres para sacar esto adelante. Contra el Espanyol B hay que ganar y no de cualquier manera, sino haciendo las cosas bien.

El domingo viene el Espanyol B al Rico Pérez y los filiales suelen crecerse aquí...

Sinceramente, el problema somos nosotros, da igual el rival. Si estamos bien, sacaremos el partido adelante. Lo que quiero es que hagamos 95 minutos buenos, no sólo 60 o 70. Los jugadores deben dar un paso adelante.

Decía David Gallego, entrenador del Espanyol B, que veía al Hércules preparado para ganar siete partidos de los nueve que quedan. ¿De verdad lo piensa usted?

Estoy de acuerdo. Es más, estoy convencido de que podemos ganar los nueve que quedan, pero para eso hay que ganar el primero, el más difícil, el que nos permita cambiar la dinámica. No vale de nada hablar de cuentas si no damos un paso adelante el domingo. Si ganamos, todo se verá de manera diferente.

Para dar ese paso al frente, el regreso de Chechu Flores parece la mejor noticia...

En este barco debemos remar todos, pero es cierto que Chechu Flores sería un jugador importante en cualquier equipo de Segunda por su calidad, carácter y experiencia. Para nosotros, en Segunda B, es fundamental, pero tampoco le vamos a poner ahora toda la presión. Nos tiene que ayudar y espero que el domingo pueda hacerlo. Viene de un mes lesionado y tampoco le podemos pedir que cambie él solo la dinámica.

El técnico del Prat, Pedro Dólera, le calificó como un «impresentable». ¿Qué pasó?

Esa pregunta habría que hacérsela a él, sus declaraciones están fuera de lugar, no sé por qué vienen y no quiero darle protagonismo.

¿Cómo fue su carrera como futbolista?

Entré a los ocho años en la cantera del Valencia y llegué hasta el Mestalla. Después jugué en el Palamós, Melilla y Alcoyano. Y, por último, estuve en equipos de Segunda B y Tercera de Valencia, Alicante y Murcia.

¿Y como entrenador?

Empecé en Preferente con el Cheste, luego estuve en el Llosa de Ranes, en el Ribarroja y en el Juvenil División de Honor del Alcoyano. Aunque estuve muy poco tiempo en Alcoy porque me llamó Vicente (Mir) para venir al Hércules como su ayudante.

Ahora le llega la primera gran oportunidad de su carrera...

Para los que venimos de abajo, esta oportunidad se presenta pocas veces. No hay club mejor que el Hércules para crecer. Ojalá enderecemos el rumbo pronto.

¿Qué mensaje le gustaría mandar al decepcionado aficionado del Hércules?

Tenemos poco que decirle y mucho que darle, debemos engancharle y que se vaya por fin del Rico Pérez con buenas sensaciones. Es una afición fiel que demasiado poco se ha quejado para lo poco que le hemos dado esta temporada.