Hacía tiempo que no se escuchaban unas acusaciones tan fuertes tras un partido del Hércules. El domingo, a la conclusión del encuentro en el campo del Prat, el entrenador del conjunto local, Pedro Dólera se despachó a gusto contra Carlos Luque después de que fuera preguntado por el incidente que habían protagonizado mediada la primera parte. «Luque es un impresentable. Ojalá yo entrené algún día al Hércules y él al Prat. Le demostraría lo que tiene que hacer un técnico en el banquillo. En mi casa no se va a mear nadie. Y menos un tío que han puesto allí de entrenador y se cree que es Van Gaal. Lo que tiene que hacer es respetar más a los demás. Yo he respetado a sus jugadores y a él. Pero Luque no nos ha respetado a nosotros. Se ha llevado un punto y se cree que ha ganado en el estadio del Chelsea. Voy a seguir trabajando y él se tocará los huevos y hará el paripé. Lo que le ha dicho a mis jugadores no me lo dice a mí a la cara», manifestó el técnico catalán.

Tras este duro ataque el Hércules ha decidido cerrar filas con Luque y respaldarle. La entidad del Rico Pérez estuvo a punto de emitir anoche a través de sus canales oficiales un comunicado reprobando las palabras de Dólera. Finalmente se decidió dar marcha atrás porque no se le quiere dar mayor importancia a este lamentable incidente, y más con todos los problemas que genera actualmente la mala marcha deportiva del equipo.

Tanto el delegado del Hércules, Quique Sala, como los jugadores que estaban en el banquillo aseguran que Luque no faltó en ningún momento el respeto ni a los futbolistas del Prat ni a Dólera. De hecho, el propio delegado del conjunto barcelonés se llegó a disculpar con la expedición blanquiazul por el comportamiento de su entrenador. Aseguró que está muy nervioso por la situación de su equipo, en fuerte riesgo de descender a Tercera División, y lamentó que no fuera el primer altercado que protagoniza durante la presente temporada. «Si el Hércules no hubiera marcado en el minuto 95, Dólera no habría dicho nada», se llegó a comentar en los vestuarios del campo catalán.

Los problemas entre Dólera y Luque surgieron mediada la primera parte. El banquillo del Prat pidió la segunda amarilla para Checa y el entrenador del Hércules defendió a su jugador. A partir de ahí se vio al técnico local muy alterado mientras que su delegado le intentaba calmar y el valenciano se apartaba de la escena. Tras el partido, y cuando el propio Luque se dirigía hacia la sala de prensa, volvieron a escucharse los gritos del preparador catalán mientras el blanquiazul evitó cualquier enfrentamiento. Finalmente Dólera lanzó su ataque durante su rueda de prensa.

Con todo, la comisión deportiva, formada por Dani Barroso y Javier Portillo, mantuvo una reunión ayer con Luque y Sala. Como responsables del equipo blanquiazul se les pidió que la plantilla mantenga las formas y no ensucie la imagen del club con ningún tipo de altercado pese a que la situación deportiva pueda desatar el nerviosismo.