El Hércules ha activado el último plan que sus reponsables tenían en mente para salvar la temporada: el ascenso de Carlos Luque. El técnico valenciano, de 41 años, era hasta ayer el preprador del filial, de Preferente, y su trabajo siempre ha sido bien visto en el club. De hecho, el Promesas es tercero y un firme candidato a dar el salto a Tercera.

Luque llegó al Hércules la pasada campaña como ayudante de Vicente Mir y cayó de pie en el vestuario, lo contrario que el actual técnico del Real Murcia. Ahora afronta la primera gran oportunidad de su carrera. Su ascenso cuenta con el visto bueno de los capitanes, aunque este dato no es especialmente revelador porque también la semana pasada dijeron los futbolistas hasta la extenuación que estaban a partir un piñón con Tevenet. Y la reacción en el campo tampoco llegó ayer.

Luque coge las riendas del primer equipo del Hércules pero no era la primera opción de los miembros de la comisión deportiva Dani Barroso y Javier Portillo. Ambos propusieron los nombres de Manolo Díaz (ex Castilla y Ponferradina) y Sergi Barjuán (Recreativo y Almería), pero ambos declinaron la oferta al considerarla muy arriesgada ya que sólo quedaban once partidos, ahora diez.

Además, el club no estaba por la labor de ofrecerles otro año más de contrato para empezar un proyecto desde cero. Atrás quedaron ofrecimientos de veteranos como César Ferrando o Jorge D'Alessandro.

Luque dirigirá hoy su primer entrenamiento, a las 10.30 horas, en el Rico Pérez y minutos antes acudirá Tevenet a despedirse de la plantilla. Al cierre de esta edición no estaba confirmado si el preparador sevillano ofrecerá una última rueda de prensa para poner el punto y final.