El apoderado del Hércules Juan Carlos Ramírez pasó ayer revista, en la radio oficial del club, a la tumultuosa actualidad institucional y económica del club y avisó de que si no prospera su plan, se marchará en junio. «Dejaré todo pagado hasta entonces y me iré, le daré las llaves del club a su dueño (IVF)», señaló. Una vez confirmada la adjudicación del Rico Pérez al banco del Consell (que el juez hará pública en los próximos días), la hoja de ruta del empresario es comprar las acciones al IVF, pero no sólo el 15% que está incluido en el lote del estadio, sino los títulos de la Fundación que ahora está embargados por el impago de los 18 millones de euros. «Las acciones valen cero e intentaré que lo entiendan. Si no, les daremos las llaves», declaró Ramírez, que añadió que espera alcanzar un acuerdo con el IVF para controlar la entidad deportiva «rápidamente».

«El Hércules es un club vivo que todos los días tiene necesidades. Si no se toman decisiones, pagaremos todo hasta el 30 de junio, pero Juan Carlos Ramírez se irá a su casa», advirtió. «Aquí no van a venir chinos, ni japoneses ni alemanes. Tenemos la experiencia de los vecinos (Elche). La gente viene a llevarse duros, no a ponerlos», recalcó Ramírez, que recordó que el Hércules en Segunda B es «totalmente deficitario». «Hay que arreglar todo, no valen los parches y todos nos tenemos que mojar: Hércules, IVF, Ayuntamiento», insistió el apoderado blanquiazul, socio de Enrique Ortiz en los tres últimos años de Segunda.

El empresario vasco reconoció ayer públicamente que intentó comprar el Rico Pérez en la subasta pública (llegó hasta los 3,5 millones y el IVF alcanzó los 3,7) y confió en que la Generalitat se ponga ahora del lado del Hércules. «Con la adquisición del estadio, el IVF ha intentado legítimamente recuperar lo máximo posible (de los dieciocho millones de euros que en 2010 avaló a la Fundación Hércules) y cualquier otro movimiento supondría tocar al Hércules como sociedad», señaló, en referencia a que el IVF tiene judicializado el paquete mayoritario de títulos de la entidad (el 70% de las acciones del club).

Al margen de la situación institucional, Ramírez defendió ayer en varias ocasiones al técnico Luis García Tevenet y se mostró satisfecho por la imagen dada en Elda, donde los blanquiazules se impusieron por 0-2 al colista. «El entrenador protegió al equipo con ese centro del campo (Checa y Lolo como pivotes) y me parece bien. Estamos en Segunda B y es primordial dejar la portería a cero, aún más para nosotros porque tenemos jugadores en ataque que marcan diferencias. Veníamos de perder varios partidos por errores de marcaje y me parece bien la decisión que ha tomado Luis (Tevenet), estoy al cien por cien con él», insistió el apoderado del Hércules.

Ramírez también se detuvo en el caso de Lolo, llegado en enero procedente del Elche y quien, según él, «está a un 50% o 60% de su verdadero nivel». «Le falta ritmo y velocidad, pero si no juega, no lo puede adquirir. Es un mediocentro de plenas garantías, con buena salida de balón, con buen posicionamiento, trabajo e inteligencia. Nos va a dar mucho y por eso lo fichamos en enero», explicó el dirigente, quien destacó la experiencia de la plantilla: «Este año estoy ilusionado con el papel que podemos hacer en una hipotética promoción porque tenemos jugadores con muchas promociones y muchos ascensos a sus espaldas y eso es lo realmente importante en el momento de la verdad. Hay que salir de esta Segunda B que es demencial», insistió .

Por último, calificó como «desgracia» la lesión de Chechu Flores y no repartió culpas. «En el último entrenamiento antes del partido (de Elda) me dijeron que tenía el gemelo un poco cargado, pero nadie pensaba que podría romperse, la idea era que cogiera la forma poco a poco. Pero el fútbol tiene estas cosas y ahora sólo podemos apoyarle para que vuelva lo antes posible", concluyó.

En este sentido, el doctor Ripoll estimó que el extremo podría estar de vuelta en un mes.