Convertido el IVF en propietario «in pectore» del Rico Pérez, su director asegura que el Consell ha hecho los deberes: en breve asumirá la titularidad de las instalaciones, al tiempo que garantiza la estabilidad deportiva junto al Ayuntamiento mediante un convenio de cesión para que el Hércules pueda seguir usando las instalaciones. Eso sí, avisa al club blanquiazul de que ahora debe resolver el resto de sus «incertidumbres».

¿Qué propuesta le ha trasladado al alcalde de Alicante sobre el futuro uso del estadio José Rico Pérez?

Le he puesto en conocimiento del resultado de la subasta del estadio y le he explicado los pasos siguientes que va a dar el Instituto Valenciano de Finanzas una vez adquiera la propiedad del estadio. Como todo parece indicar, esa titularidad se asumirá en los próximos días.

¿Y qué piensa hacer el IVF con el Rico Pérez mientras consiga un comprador? ¿Cedérselo al Ayuntamiento? ¿Mantener el alquiler al Hércules?

Nuestra relación tiene que ser directa con el Ayuntamiento. No queremos ceder la cuestión al Hércules. Quien mejor puede gestionar el estadio es el Ayuntamiento de Alicante. Y si el Ayuntamiento considera óptimo ceder el Rico Pérez al Hércules, nosotros no tenemos ningún inconveniente. Esa es una decisión que debe tomar el Ayuntamiento. Quien tiene que gestionar este activo es quien está cerca de las necesidades de los ciudadanos; es decir, el consistorio.

De modo que apuestan por una tutela pública del estadio compartida con el Ayuntamiento hasta que aparezca ese potencial comprador...

Apostamos por que a corto plazo esta situación no genere ningún trastorno a los agentes implicados. A medio plazo nuestro interés es deshacernos del activo porque lo que el IVF necesita, precisamente, es liquidez para poder desarrollar su actividad crediticia en la línea de los intereses y objetivos marcados por el Consell.

Y el objetivo último es vender el Rico Pérez para que la Generalitat recupere la mayor cantidad posible de los 18 millones de euros del aval del préstamo a la Fundación Hércules...

Efectivamente. Mientras ese momento llega lo razonable es que este activo siga siendo utilizado conforme está siendo utilizado en la actualidad.

Damos por hecho que si apareciera un mejor postor -aparición harto improbable- que mejorara su oferta de 3,7 millones por el estadio, el IVF la igualaría...

La igualaríamos si consideráramos que la nueva oferta no satisface las expectativas del IVF. Si las satisface, obviamente no la igualaríamos.

El Consell del PP aportó 18 millones en 2010 para la Fundación Hércules. Ustedes ya han consignado 700.000 euros para participar en la subasta. Es un desembolso considerable para un Ejecutivo que dijo no estar interesado en gestionar el fútbol...

El nuevo Consell está saliendo del fútbol, no está entrando en el fútbol. Pero para salir del fútbol hay que tomar decisiones de recuperación como las toma cualquier entidad financiera. Y en el contexto de la recuperación del crédito, lo que no podíamos consentir bajo ningún concepto es que el valor de nuestra garantía quedara reducido a los pocos miles de euros que nos ofrecía el grupo inversor que quería adquirir el estadio [El empresario y apoderado del Hércules, Juan Carlos Ramírez, ofertó 3,5 millones en la subasta]. Nuestra garantía vale más que eso y la tenemos que hacer valer. El Consell no entra en el fútbol; está saliendo. Pero aquí pasa como en los bailes: uno no se retira del baile hasta que acaba la música. Y aquí la música sigue sonando todavía.

Se han sucedido críticas en las Cortes por la intervención del IVF en la operación del Rico Pérez. Las del PP casi se autodesautorizan por los antecedentes, pero también han llegado desde sus socios de Podemos...

Con respecto al PP, quiero recordar que esta operación en la que, por desgracia, se ve envuelta la Generalitat surge por un aval concedido por la Administración dirigida por el PP contra los informes técnicos. Y lo que acabó sucediendo es lo que precisamente apuntaban esos informes: que la Fundación del Hércules sería incapaz de devolver el préstamo [de 18 millones] y que, por tanto, el aval otorgado por el IVF sería ejecutado. Es exactamente lo que se predijo y lo que pasó. Que el PP ahora quiera dar lecciones a esta Administración respecto de lo que debe hacer para recuperar el agujero patrimonial que han dejado ellos en el IVF es chocante. Me genera dos tipos de reacción: la primera, perplejidad. Tengo que leer varias veces sus declaraciones para creer que son ciertas. Y la segunda es vergüenza ajena.

Y en cuanto a los reproches de su socio parlamentario Podemos...

Entiendo que han interpretado esta operación de un modo que no se ajusta a los objetivos e intereses de la Generalitat. Repito que nuestro objetivo es salirnos del fútbol; no estamos entrando en él. Tengo una reunión prevista la próxima semana con Antonio Montiel [líder autonómico de Podemos], en la que hablaremos de este tema y estoy convencido de que entenderá cuáles son las motivaciones del Instituto, que desde luego no pasan por participar en la gestión de los equipos de fútbol, sino recuperar el dinero en interés de todos. Y con ese dinero hacer lo que está haciendo el Instituto: líneas de financiación a entidades sociales, a organizaciones sin ánimo de lucro,... Eso es lo que hace el IVF, y sin morosidad. Y lo hace gracias precisamente a poder recuperar el dinero invertido en operaciones de este tipo. Estoy convencido de que Podemos entiende que esta es la mejor manera que tiene el Instituto para captar liquidez y poder desarrollar la labor social que tiene enconmendada.

¿Debe hacer autocrítica el IVF por haber avalado en 2010 un préstamo que ahora quieren recuperar a toda costa?

El IVF lleva mucho tiempo haciendo autocrítica. Para mí no es plato de gusto tener que gestionar estas operaciones. El Instituto necesita mirar hacia adelante y dejar bien claro que está ya inmerso en otra etapa, en toda una revolución tecnológica. Vamos a abrir pronto nuestra web. Los mecanismos internos de gestión han cambiado por completo, nos adentramos en nuevas líneas de financiación con otros criterios de gestión. El Instituto no tiene nada que ver con aquel que, por desgracia, desarrollaba este tipo de operaciones. También quiero defender la profesionalidad y honorabilidad de las personas que trabajan en el Instituto, que no tienen responsabilidad en todo esto que sucedió. Recuerdo que los informes sobre esta operación fueron negativos. Y aquí hubo una decisión política por encima del criterio profesional. Esto ya no sucede en el IVF. Cualquiera que tenga interés en un préstamo debe saber que el Instituto se mueve hoy con los criterios profesionales con que se movería cualquier entidad financiera. Y que el IVF está encantado de recibir cualquier propuesta de financiación porque a eso nos dedicamos. Con honestidad y con la máxima profesionalidad.

Imagino que no esperaría mucha colaboración por parte de Aligestión, la empresa en liquidación hasta ahora propietaria del estadio...

La colaboración habitual. Cada uno defiende sus intereses en sede judicial como considera oportuno.

El Hércules está ahora mismo fuera de la zona de promoción de ascenso a Segunda A. Si no se consuma el ascenso al fútbol profesional y aparece un comprador, ¿qué pasaría entonces con el Rico Pérez?

El estadio está en manos del IVF y ahí quedará hasta que surja una ventana de oportunidad para venderlo debidamente. Mientras tanto, la afición del Hércules tiene que tener claro que si el Hércules CF tiene diez problemas, ninguno de los diez es la Generalitat. Al contario. La Generalitat es en estos momentos uno de los principales factores de estabilidad que tiene el club.

¿No tiene poco fundamento fiar la posible venta del Rico Pérez a futuribles como un hipotético ascenso y retorno del Hércules al fútbol profesional?

Nosotros no lo fiamos a un hipotético ascenso, sino que planteamos una operación a medio plazo. Vamos a poner ya a disposición del Ayuntamiento el estadio, a llegar a un acuerdo y a ver cómo se desarrollan los acontecimientos. El Hércules tiene por delante muchas incertidumbres. Lo fundamental es que la incertidumbre sobre el estadio quede aparcada. Y de eso se ocupa la Generalitat. El Hércules tiene ahora que hacer su trabajo para que el resto de incertidumbres que tiene -cumplimiento del convenio, ascenso a Primera, decisión de recuperación de la Unión Europea- puedan solventarse. La Generalitat ha hecho su trabajo. Va a ser titular del estadio y a garantiza la estabilidad del uso del recinto deportivo por parte del club alicantino.

¿Qué le dice el nombre del empresario Enrique Ortiz? ¿Está «proscrito» por el Consell por sus anteriores relaciones con gobiernos del PP?

Como responsable del IVF, el nombre de Enrique Ortiz me devuelve a aquella conversación que mantuvo con Sonia Castedo [exalcaldesa de Alicante] y que leí en un diario. Y me parece una de las páginas más tristes en la historia de esta institución. Fue humillante.

En síntesis, ¿qué diferencias se dan entre el aval del IVF al Hércules y los que también otorgó al Elche, Valencia y Levante?

La diferencia fundamental es que en los casos del Elche, Valencia y Levante se pudieron pignorar las acciones. En el del Hércules no se pignoraron las acciones y se pidió la fianza de Aligestión, titular del estadio. Esto ha generado problemas porque Aligestión se ha defendido. Terminamos en el Tribunal Supremo y allí la Generalitat ganó la partida.

Además, los dos clubes valencianos sí que devolvieron sus préstamos...

Esa es otra diferencia porque los préstamos al Valencia y al Levante se pagaron. Devolvieron el dinero. El Hércules y el Elche tienen pendiente la devolución de ese dinero. Y la Generalitat no parará hasta recuperar hasta el último euro.

A título personal, ¿a usted le gusta el fútbol?

Sí, soy del Levante. Es algo que debería ocultar [ríe], pero ya es cosa sabida. No merece la pena hacerlo.