Avanza inexorablemente la competición y el Hércules de Tevenet repite con obstinación los mismos errores: despistes defensivos groseros y una falta de pegada en el área rival que roza el esperpento. Ayer encajó ante el Mestalla su tercera derrota en cuatro partidos y ha caído por méritos propios fuera de unos puestos de promoción que peligran si en ese vestuario no se ponen las pilas y echan mano del orgullo y la personalidad. Preocupa la dinámica negativa del Hércules y preocupa la deriva tomada por su entrenador, incapaz de encontrar soluciones. Su equipo sigue encajando goles a balón parado y aún no ha remontado un partido. Pero especialmente grave es la poca alma exhibida ayer por un grupo que va dejando pasar las jornadas a la espera de no se sabe muy bien qué. Desde el club mantenían que con la recuperación de Javi Flores y Nieto cambiaría el panorama radicalmente, pero ambos pasaron ayer con más pena que gloria por el césped. Aún falta Checa por llegar, pero un solo jugador no hace milagros y sí la conjura dentro del vestuario.

La alarmante falta de pegada no mejoró ayer con la entrada de Juan Delgado, que decepcionó en su puesta en escena como titular. Dejó detalles de delantero de calidad pero falló en la definición y se le vio falto de chispa. Es decir, no mejoró a Mainz y Berrocal. Más allá del tanmanido asunto de los atacantes, el Hércules hizo aguas en casi todas sus líneas ante un Mestalla que no pudo contar con su máximo goleador Ariday Cabrera, en la grada por lesión.

La falta de dominio de Checa y Miñano en el doble pivote propició un partido de ida y vuelta en el que el Hércules tenía todas las de perder debido a la velocidad de los extremos visitantes. La primera parte acabó sin goles de milagro, ya que ambos equipos dispusieron de al menos dos o tres ocasiones clamorosas. Las del Hércules las desperdiciaron los jóvenes Juan Delgado y Salinas. En el minuto tres, Berrocal dejó en ventaja al delantero eldense para avanzar por el área y plantarse ante Sivera, pero reaccionó muy tarde y los centrales le comieron la tostada. En el 18, otra buena cesión de Berrocal propició un remate a la media vuelta de Salinas que acabó en las manos del portero cuando ya se cantaba el gol. Pero la más clara la desaprovechó el canterano en un contragolpe, ya que se plantó delante del portero tras una buena cabalgada pero se le hizo de noche a la hora de definir y no superó a Sivera.

Por su parte, el Mestalla exigió a Iván Buigues en sendos disparos de Sito y Eugeni en posición inmejorable. El colegiado anuló un gol por claro fuera de juego a Nacho Gil y, en el 44, el propio Gil falló un gol cantado en el área pequeña. El Hércules fue despedido con tímidos pitos en el descanso por esta última acción y el inicio de la segunda parte no pudo ser peor.

Sólo habían transcurrido dos minutos cuando Quim Araújo remató de cabeza, en el primer palo, un saque de esquina de manera impecable (0-1) y obligaba al Hércules de Tevenet a subir una montaña inalcanzable: la de remontar un partido. Nunca ha levantado un marcador el conjunto blanquiazul y ayer tampoco era el día.

Como no podía ser de otra manera, el equipo alicantino adelantó líneas y puso cerco al área del Mestalla. El técnico sevillano reaccionó de inmediato al gol con la entrada de Javi Flores por un Berrocal ayer más entonado. Pero el cordobés no tenía ayer al día, todo lo contrario. Sin último pase ni definición, contribuyó aún más al nerviosismo. En el 52' definió horriblemente dentro del área al intentar sorprender a Sivera por arriba, y en el 63' llegó una doble ocasión desaprovechada por Juan Delgado y Salinas, especialmente negado en la definición este último en toda la tarde.

La dupla formada por Miñano y Checa seguía haciendo aguas, por lo que el partido se convirtió en un intercambio de golpes aunque los blanquiazules coleccionaron más llegadas. La más clara, en el 69', nació de las botas de Miñano. Una gran pase suyo a la espalda del central Zotko permitió a Juan Delgado plantarse solo ante Sivera, pero no definió entre los tres palos para desesperación de todos los presentes.

La entrada de Nieto no mejoró el ataque porque el lateral Lato era infranqueable y el Hércules siguió percutiendo sin demasiada fe en el área valenciana. Para cerrar el desaguisado, Lolo, de nuevo metido con calzador como central por empeño de Tevenet, regaló un balón en el 89 que costó el 0-2, obra de Rafa Mir. Toca reacción sí o sí ante el desahuciado Eldense.