El Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) respaldó ayer la decisión que tomó la FIFA en 2015 a favor del Hércules y en contra de Abel Aguilar. De esta forma, el club blanquiazul no tendrá que pagar al internacional colombiano los 386.000 euros que le reclamaba, correspondientes a su salario de los meses de julio y agosto de 2013 (58.000 euros por mes) y el 15% de comisión de su traspaso desde la entidad del Rico Pérez al Toulouse de la Liga francesa (270.000 euros). El TAS también ha condenado al centrocampista a pagar los gastos de los árbitros (27.000 francos suizos).

El presidente del Hércules, Carlos Parodi, expresó su satisfacción tras conocer la resolución. «Esto demuestra que el Hércules siempre ha actuado bien en este caso. Ya lo aseguró la FIFA y la decisión del TAS no hace más que confirmarlo», apuntó el dirigente blanquiazul. Parodi puede respirar ahora un poco más aliviado al no tener que pagar el club a Abel Aguilar los 386.000 euros que solicitaba. Este gasto hubiera supuesto un gran contratiempo para un club con una precaria situación económica y con dificultad para encontrar recursos con el equipo en Segunda B. Son muchos los frentes que tiene ahora abiertos el Hércules: desde la subasta del Rico Pérez hasta la sanción de Bruselas en relación al préstamo del IVF, pasando por la puesta al día de los pagos pendientes a Hacienda y Seguridad Social. Entre tanta complicación, supone una noticia muy positiva la medida adoptada ayer por el TAS.

El pasado 19 de diciembre Parodi no acudió al brindis navideño que celebró el Hércules con los medios de comunicación en el Rico Pérez al encontrarse en Lausanne (Suiza), donde participó en la vista del caso de Abel Aguilar. El colombiano acudió a la última instancia de la justicia deportiva después de que la FIFA diera la razón al Hércules en el contencioso abierto desde 2013. En el verano de aquel año la entidad blanquiazul llegó a un acuerdo para traspasar al centrocampista al Granada pero el futbolista no quiso recalar en el conjunto andaluz.

Tras rechazar Abel Aguilar su salida con destino al Granada, el Hércules le acabó traspasando al Toulouse en una operación que se fraguó durante julio y agosto de 2013, meses por lo que el sudamericano reclamaba su salario como futbolista blanquizal. El futbolista renunció a aquel dinero mientras en paralelo denunciaba a la entidad del Rico Pérez a la FIFA aduciendo que se había visto forzado a abdicar de su salario en contra de su propia voluntad.

Tanto el TAS como la FIFA han eximido al Hércules de pagar atendiendo al documento que firmó Abel Aguilar, en el que asumía no tener derecho a reclamar salario por los meses de verano en los que entrenó con el resto de integrantes de la plantilla blanquiazul. En 2013 el club alicantino asumió que, estando en la segunda categoría del fútbol español y habiéndose acogido recientemente a la ley concursal, no podía mantener en su plantilla un jugador con una ficha tan elevada como la del colombiano. Aquella situación derivó en un largo culebrón que ha tenido continuidad hasta la actualidad, al llevar el futbolista a la entidad hasta los tribunales.

El Hércules había llegado a un acuerdo con el Granada para su traspaso pero fue el propio Abel Aguilar el que se negó desde un principio a recalar en el club que por aquel entonces controlaba Quique Pina y acabó imponiendo su voluntad de acabar en el fútbol francés. Las negociaciones se fueron alargando hasta el punto de que el colombiano, con contrato con los blanquiazules, tuvo que regresar a Alicante para incorporarse al trabajo de pretemporada del equipo.

«Quiero expresamente declarar que en ningún caso abdico de los salarios a que tengo derecho en resultado de mi trabajo, los cuales tienen que ser pagados por el Hércules (...) que hizo chantaje conmigo y me obligó a renunciar», llegó a escribir Abel Aguilar en la carta que envió a la FIFA. Ni el máximo organismo del fútbol mundial ni el TAS han fallado a favor del colombiano.