El Hércules se desangra con su octava derrota y sigue haciendo méritos para no pelear por el liderato. Pusilánime en las dos áreas, ayer cayó en Palamós, ante el Llagostera, tras regalar dos goles en los primeros 15 minutos y ofrecer después un recital sin premio. Se repiten los errores y también la alarmante falta de pegada de sus dos delanteros David Mainz y Jesús Berrocal, que volvieron a jugar de inicio y siguen sin ver puerta. Y lo que es peor, no dan sensación de poder hacerlo. El Hércules acabó ayer el partido con los dos en el banquillo porque su falta de confianza es preocupante. El martes finaliza el mercado y si los dirigentes quieren rascarse el bolsillo, alguno de los dos debiera hacer las maletas.

Concedió el Hércules dos goles en 15 minutos por despistes defensivos groseros pero en la segunda parte protagonizó un monólogo que merecía, al menos, el empate. Javi Flores le cambió la cara al equipo y dio una asistencia preciosa a Dalmau para que el lateral marcara el 2-1 en el 53'. Después llegaron ocasiones claras de David Mainz, Javi Flores y del recién llegado Juan Delgado. Pero sin puntería. Octava derrota y nuevo paso atrás cuando parecía que el cuadro de Tevenet iba por la senda correcta. Al menos el cordobés está de vuelta y eso es mucho. Faltan por llegar Nieto y Chechu Flores y quién sabe si una cara nueva en el mercado de invierno que genere ilusión.

La primera parte comenzó con el Hércules mandado y disfrutando de dos ocasiones que pudieron cambiar el devenir del choque. En el minuto cinco, Miñano recogió un balón rechazado en la frontal y lo intentó ajustar demasiado a la escuadra, pero no encontró portería. La segunda llegó en el 9' con un buen pase de Gaspar a la espalda del central Samu al que el meta llegó antes que Mainz por muy poco.

Pero a balón parado se gestó el desastre de un Hércules sorprendente frágil en defensa, con Peña fuera de sitio y Pol Bueso como un flan. El 1-0 llegó, en el 11', en un saque de esquina de Colorado que no despejó Berrocal ni los centrales y tras varios rechaces cayó muerto a los pies de Manel, que marcó su duodécimo gol del curso.

Los blanquiazules acusaron el primer bofetón, no juntaron líneas y se encontraron con el 2-0 sólo cuatro minutos después en una contra. Rubén se coló en el área por la banda de Peña, disparó a bocajarro ante Iván y el rechace del meta le cayó a los pies de Nando, que sólo tuvo que empujarlo. Por si el 2-0 no fuera suficiente, Manel dispuso de una buena ocasión para marcar el tercero pero su disparo se marchó alto.

A partir de ese momento, el Hércules se adueñó del balón por medio de Miñano y puso cerco a la portería de Moragón con continuos centros de Gaspar, pero los remates brillaron, una vez más, por su ausencia.

La única oportunidad de verdadero peligro para los alicantinos tuvo lugar en el 44' con un cabezazo de Checa, a saque de falta de Gaspar, que Moragón repelió con ayuda del larguero.

La entrada de Javi Flores y el cambio de sistema propició que el Hércules fuera el amo y señor del partido tras el descanso. Con Pol Bueso sacrificado en el vestuario, Tevenet apostó por un 3-5-2, con Checa, Lolo y Peña como centrales y Dalmau y Gaspar como laterales «largos». Miñano asumió los galones en la sala de máquinas, se hizo grande como referencia en el centro del campo y el equipo de Tevenet ofreció sus mejores minutos de la temporada. Incluso se logró el objetivo de reducir diferencias rápido (53') tras un extraordinario pase de Javi Flores a la espalda de Dalmau que permitió al lateral plantarse ante Moragón y batirle en el mano a mano.

Los blanquiazules pisaron aún más el acelerador, metieron ritmo y agresividad y el Llagostera estaba contra las cuerdas. Javi Flores tuvo una ocasión muy clara a rematar desde cerca un pase de Peña, pero el meta se alió con la fortuna ya que el balón le dio en la espalda y se quedó en la misma línea de gol. Después Mainz tuvo todo el pasillo entre los centrales para plantarse delante del portero tras un buen pase de Salinas pero le faltó velocidad e instinto asesino.

La última ocasión, con el Llagostera pidiendo la hora y sus jugadores fingiendo molestias en cada acción, la tuvo Juan Delgado con un remate forzado dentro del área a pase de Gaspar, pero no encontró portería y el Hércules se fue de vacío tras desfondarse en la segunda parte y poner cerco al área catalana.

La octava derrota deja a los blanquiazules a siete puntos del líder Barça B y con la amarga sensación de que se repiten errores y el gol sigue sin llegar. Y el plazo para fichar acaba el martes.