La conjura de El Collao ha surtido efecto. Los jugadores del Hércules hicieron examen de conciencia y propósito de enmienda para enderezar el rumbo en el cierre de 2016 y la reacción no ha podido ser mejor: tres victorias consecutivas con la portería a cero, firmadas ante el Baleares (2-0), Mallorca B (0-2) y Cornellà (1-0). Sin niguna duda, la de ayer, la más sufrida. El cuadro catalán, un rival directo que ahora queda a seis puntos, llevó al límite al Hércules en la segunda parte y en el minuto 87 emergió la figura del canterano Iván Buigues para volar y sacar una mano salvadora a disparo de Abraham Noe desde fuera del que apuntaba a la escuadra.

Este equipo de Tevenet es muy reconocible, no enamora, pero sí compite como nadie cuando se lo propone. Sale rápido a la contra y tira de oficio cuando toca cerrar partidos como el de ayer. Y esta virtud no la tenía el Hércules de Manolo Herrero o el de Vicente Mir.

En un partido marcado por el fuerte viento y las gradas desangeladas por el temporal, el conjunto blanquiazul jugó, una vez más, con el freno de mano echado en la primera parte y el Cornellà, muy bien pertrechado atrás, rondó el gol en un par de llegadas provocadas por sendas pérdidas de Miñano y Fernando Román. La primera, en el minuto 6, acabó en saque de esquina, y la segunda, en el 15', con un remate a bocajarro de Puerto que no encontró portería de milagro. Pero la ocasión verdaderamente clara tuvo lugar en el 33', tras una falta «regalada» por Pol Bueso al cometer un empujón flagrante. El lateral Ñoño ejecutó demanera impecable el libre directo, pero estrelló el balón en el larguero.

Sólo tres minutos después llegó una acción que pudo cambiar el devenir del encuentro y que tiene difícil explicación. El colegiado anuló un gol de cabeza a Pol Bueso, en un remate a todas luces legal tras un saque de esquina. El murciano Gallego Gambín concedió la diana y cambió de opinión, a instancias de su auxiliar, cuando los jugadores lo celebraban en la banda, lo que provocó un contragolpe en clara superioridad numérica del Cornellà, que finalmente no pasó a mayores por la intervención de Fernando Román. Con esa acción todavía sin digerir llegó el descanso.

El Hércules mostró al inicio de la segunda parte una agresividad y una velocidad en la circulación muy superiores a las del primer acto y encontró premio muy pronto. Mereció hacerlo en el 47, pero el meta Marcos salvó milagrosamente el remate cercano de Mainz tras una combinación preciosa entre Chechu Flores, Miñano y Gaspar.

Cada balón colgado al área pequeña era un suplicio para el portero del Cornellà y en el 49' llegó el 1-0 en una falta lateral botada por Chechu y rematada de cabeza en el área pequeña por el canterano Salinas. El extremo sigue en racha, tercer gol consecutivo, y se empeña en ser futbolista. Ha aprovechado las ausencias de Javi Flores y Nieto para hacerse un hueco entre los mayores con su continua pelea y persistencia. Y eso es mucho para Tevenet.

Una vez conseguido el botín del gol, el Hércules dio un paso atrás, el Cornellà dos adelante y tocó sufrir de lo lindo para firmar, por primera vez, tres victorias consecutivas.

En el 51', el batallador Enric le ganó la espalda a Román y su zurdazo a la escuadra se marchó fuera por poco. El técnico catalán Jordi Roger metió más pólvora con la entrada del extremo canario Abraham Noe, pretendido por el Hércules hace dos años, y los blanquiazules se limitaron a achicar agua y despejar balones. Por eso introdujo Tevenet a Espinosa en el campo, pero la dinámica no varió. El jiennense falló un gol cantado con toda la portería favor en el 83' y cuatro minutos después, Iván Buigues voló hasta la escuadra para rechazar un disparo espectacular de Abraham.