Franck Omgba no levanta cabeza en el Hércules. Su rendimiento está muy por debajo de lo esperado y el viernes recibió el mazazo en forma de diagnóstico médico, ya que un esguince de rodilla de grado I le impedirá jugar los tres últimos encuentros de 2016, los de Liga ante el Mallorca B y el Cornellà, y el de Copa ante el Barcelona en el Camp Nou.

Omgba, de 25 años y pieza básica en el ascenso del Oviedo a Segunda, tenía este verano sobre su mesa ofertas de casi todos los equipos punteros de Segunda B pero se decidió por el Hércules por su historia y porque le hicieron ver que sería un jugador importante. De hecho, el cuerpo técnico quería que lo fuera. Jugó de inicio junto a Miñano en el primer partido de Liga, pero su aportación no convenció, ni en los partidos, ni en los entrenamientos. De perfil eminentemente defensivo, los técnicos aprecian que le falta agresividad y recorrido y Tevenet ha apostado descaradamente por el sevillano Checa para esa función de «stopper».

Omgba sólo ha sido titular en 6 de los 17 partidos de Liga y su continuidad en la plantilla del Hércules está en el aire ya que el mercado de invierno se abre en enero y el mediocentro también quiere ser protagonista.

Desde la comisión deportiva, Dani Barroso y Javier Portillo no quieren especular con su futuro a la vuelta de las vacaciones navideñas y confían en que se recupere en el menor periodo de tiempo posible y demuestre en los entrenamientos que aún tiene sitio en este Hércules. Tevenet también tiene la última palabra.