El alcalde de Alicante, Gabriel Echávarri, afirmó ayer que si el Hércules logra el ascenso a Segunda División esta temporada el club podrá ver el futuro de forma positiva pero que si no sube, «la cosa está negra». El primer edil acudió ayer por la mañana al Rico Pérez para acompañar al colegio Emilio Valera, que visitó las instalaciones dentro de un convenio de colaboración entre el Hércules y el Ayuntamiento.

Echávarri, tras ser cuestionado por el futuro del club herculano, apuntó que es «optimista» porque «hay una gran unión y estamos jugando un partido importante cuyo único objetivo es volver este año a la Liga de Fútbol Profesional (LFP)». «Si subimos, el horizonte será totalmente distinto y mucho mejor. Si no subimos, la cosa está negra», advirtió.

El Hércules se encuentra en fase de cumplimiento de convenio y debe hacer frente a una deuda aproximada de 18 millones de euros, una situación que se ha visto agravada con la sanción de casi 7 millones impuesta por la Comisión Europea por recibir ayudas de estado ilegales en unas condiciones ventajosas y fuera de mercado. El club ha interpuesto un recurso para no hacer frente a esta multa, algo que también ha realizado el Elche y el Valencia.

La situación del Hércules es especialmente grave debido a que cumple su tercera temporada en Segunda B, una categoría en la que no hay ingresos televisivos.

Por otro lado, la semana pasada, la entidad del Rico Pérez acogió con moderada satisfacción el fallo judicial por el que deberá percibir 1,8 millones de euros de la Sociedad de Parques Temáticos (organismo dependiente de la Generalitat) en concepto de patrocinio por las temporadas 12/13 y 13/14. El presidente Carlos Parodi afirmó que esta partida ya estaba presupuestada en las cuentas de este año porque el juez ya falló favorablemente en el contencioso por las campañas 10/11 y 11/12.

Echávarri, que ayer departió amablemente en el Rico Pérez con el capitán Paco Peña y con los técnicos Dani Barroso, Javier Portillo y José Antonio Palomino, reconoció que que la goleada encajada ante el Alcoyano (3-0) hace dos jornadas le dejó «pelado de frío y de ánimo», pero que esta semana está «mucho más contento» tras la victoria ante el Baleares (2-0) y el meritorio empate frente al Barcelona (1-1). «Leo que la plantilla se ha conjurado para despedir 2016 con dos victorias en Liga (ante el Mallorca B y el Cornellà) y ojalá sea así porque sería un buen espaldarazo. La afición también está deseosa de una buena racha para engancharse definitivamente con el equipo. Yo confío y ahora falta que los resultados acompañen porque esta temporada se disputa uno de los partidos más importantes de la historia del Hércules», insistió.