El Hércules ha cerrado en sólo cinco días muchas de las heridas abiertas tras las dos derrotas consecutivas ante el Villarreal B (2-3) y Alcoyano (3-0), que descolgaron al cuadro de Tevenet hasta la sexta plaza. El meritorio empate copero del miércoles ante el Barcelona (1-1) y la cómoda victoria firmada ayer ante un rival directo como el Atlético Baleares (2-0) han devuelto la calma al entorno del Hércules, que duerme de nuevo en los puestos de promoción.

El cuadro blanquiazul no acostumbra a brindar triunfos sin sufrimiento a su parroquia, pero ayer fue uno de esos días. Se impuso con suficiencia al Baleares de Christian Ziege pese a las importantes bajas de sus atacantes más desequilibrantes: Javi Flores, Nieto y Chechu. Los dos primeros estaban en la grada y el tercero pidió el cambio a los 25 minutos por una sobrecarga. Aún así, al Hércules le valió con la presión alta y dos zarpazos del canterano Álvaro Salinas y el capitán Paco Peña para acabar con la resistencia de un Baleraes que pudo encajar una goleada a poco que los blanquiazules hubieran afinado la puntería.

Ya desde los primeros minutos se vio claro que la intensidad del Hércules complicaba la vida en exceso a un cuadro balear que asumía muchísimos riesgos en la salida de balón. En el minuto 11 llegó la primera gran ocasión local con un preciso centro de Dalmau desde la derecha que Mainz, con todo a favor y en posición inmejorable, cabeceó muy desviado. Algo muy similar le sucedió a Chechu sólo ocho minutos después y su testarazo tampoco encontró la portería para desesperación de la grada y el banquillo local. Pero las facilidades que daba la zaga visitante no cesaban y el gol era cuestión de tiempo. Llegó en el 22 en una acción individual en la que el canterano Salinas encontró premio a su insistencia. Se coló en el área por desde la izquierda por la línea de fondo y sorprendió al exherculano Aulestia con un disparo sin ángulo que abrió la lata.

La única oportunidad clara del Baleares en todo el partido llegó sólo dos minutos después del 1-0 en un cabezazo del central Vallori en un saque de esquina. Remató solo en posición centrada y el balón no encontró los tres palos por muy poco.

Tevenet se vio obligado a variar su esquema en el minuto 25 por las molestias musculares de Chechu Flores, aunque trastocó las menos piezas posibles y dio entrada a Juanma Espinosa, que pasó a formar el doble pivote junto a Checa, al tiempo que Miñano adelantó su posición a la media punta y Salinas cayó a la izquierda.

El marcador no se movió en este primer acto pese a los espacios que seguía dejando el Baleares en su retaguardia e Iván Buigues fue un testigo de excepción.

El guión no cambió al inicio de la segunda parte y en la primera acción de ataque blanquiazul llegó el 2-0. Dalmau, que ayer ofreció una vesrión mejorada y demostró, una vez más, que se siente mucho más cómodo atacando que defendiendo, puso un centro largo desde la derecha que acabó en los pies del capitán Peña. El extremeño, con la confianza por las nubes, conectó, desde fuera del área, un zurdazo cruzado inalcanzable para Aulestia que cerró el partido pese a que quedaba todo el segundo acto por delante.

El Baleares, que no demostró hechuras de candidato al ascenso, sólo inquietó en un par de jugadas embarulladas dentro del área de Iván, pero sin consecuencias, mientras el Hércules desperdició dos ocasiones clarísimas para firmar una goleada. En la primera, Mainz no acertó a rematar una asistencia de Peña y en la segunda, el punta aragonés regaló el gol a Juanma Espinosa, quien remató alto en boca de gol.