Los dirigentes del Hércules esperaban 25.000 espectadores hoy y se tendrán que conformar con la mitad. ¿Los motivos? Varios, pero el principal son los numerosos descartes de Luis Enrique debido a que el primer clásico del curso llega tres día después. Hay que ser muy del Barcelona para pagar 60 euros por ver a un híbrido del primer equipo culé más siete jugadores del filial. Y otro condicionante serio es el infame horario. Jugar a las 22.00 de la noche, con frío y en un día laborable sólo invita a una cosa: el sofá. ¿Cuántos niños se quedarán en casa por no poder ir al estadio? Es difícil poner más trabas.