El 29 de octubre de 1967 cayó el Hércules en El Collao por 1-0 en un encuentro con un extraordinario ambiente y en el que las taquillas del campo del Alcoyano colgaron el cartel de «no hay billetes». Aquella campaña 67/68, en Segunda División, fue caótica en el club blanquiazul ya que tres entrenadores pasaron por su banquillo. Las cinco primeras jornadas estuvo ocupado por Eduardo Toba Muiño y después llegó el uruguayo Sergio Rodríguez Viera, que dirigió 12 encuentros. Los últimos 13 corrieron a cargo de Antonio Ramallets. La plantilla del Hércules estaba compuesta por los siguientes jugadores: Fernández, Bellod, Miche, Murcia, Toledo, José Juan, Cervera, Maxi Peláez, Cáceres, Romero, Mauro, Bilbao, Sevilla, Ramos, Paquito, González, Rosas, Angelín, Navarro, Marcos, Patiño, Valbuena, Irles, Colomer, Ibáñez y Botella. El máximo goleador blanquiazul en aquella campaña fue Sevilla, con ocho dianas, y los que más partidos disputaron, José Juan y Bellod, con 30 y 29, respectivamente.